El 31 de diciembre se abrió el Año Santo Compostelano, después de más de una década de espera. Debido al Covid-19, el Papa ha prorrogado su celebración hasta 2022.
El nuncio del Papa en España, Bernardito Auza, anunció, al término de la Eucaristía con la que se abrió la Puerta Santa de la catedral de Santiago, la decisión del Santo Padre, a través de la Penitenciaría Apostólica, de prorrogar el Año Santo Compostelano durante el año 2022. Esta decisión se adopta debido a las extraordinarias circunstancias provocadas por la pandemia del COVID-19.
El 31 de diciembre de 2020, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, abrió la Puerta Santa de la catedral compostelana, dando así comienzo al Año Jubilar Jacobeo de 2021, un «tiempo de gracia y de bendición» para la Iglesia que peregrina en Compostela y para toda la Iglesia», dijo el prelado en la homilía. «Ya ha comenzado el Año Santo. […] La casa del señor Santiago abre sus puertas a todas las gentes», dijo, al tiempo que recordó que «el Año Santo no es una huida espiritualista sino un compromiso para discernir cristianamente la realidad, en medio de la crisis antropológica, espiritual, cultural y sanitaria en la que se han visto radicalmente sacudidas las certezas fundamentales que conforman la vida de los seres humanos. Hacer presente a Dios es un bien para la sociedad».
Antes de la apertura de la Puerta del Perdón, el nuncio del Papa, Bernardito Auza, leyó una carta del Papa Francisco, en la que el Pontífice recuerda tres gestos que se hacen nada más entrar en la catedral compostelana: contemplar en el Pórtico de la Gloria la mirada de Jesús, abrazar al apóstol Santiago y participar en la Eucaristía.
El arzobispo compostelano destacó la entraña espiritual del Año Santo, más allá de cualquier otra consideración: «En esta experiencia de fe acogemos este don del año santo para despertar en nosotros la capacidad de ver lo esencial en medio de lo prescindible y descubrir la grandeza del amor y de la misericordia de Dios que nos busca y acoge a cada uno, nos llama a convertirnos y a superar el miedo que no es propio de quien se siente amado».