Sacerdotes malagueños llevan 55 años en Venezuela. El próximo domingo celebra la Diócesis el Día de la Misión Diocesana. Tres sacerdotes malagueños desarrollan su labor en Venezuela, concretamente en Caicara del Orinoco. Caicara del Orinoco es la capital del municipio Cedeño del Estado Bolívar, el más grande de toda Venezuela. Enclavada en el macizo guayanés, cuenta con 100.000 habitantes, que sumados a los otros 100.000 del resto del municipio, constituyen la “parroquia” de la misión diocesana malagueña. Tres sacerdotes malagueños, Manolo Lozano, Antonio Collado y Juan de Jesús Báez, trabajan, junto a laicos y religiosas.
Lorenzo Orellana, delegado diocesano de misiones, recuerda los inicios de la misión diocesana, hace ya 55 años. “Pío XII había dicho que la vocación de España estaba en hispano-américa y D. Ángel Herrera pidió al clero y a los seminaristas que fueran fieles a esta indicación del Papa. Tan fieles, que en 1954 salieron los dos primeros sacerdotes para Venezuela”. Durante 30 años curas malagueños fueron enviados para trabajar a las órdenes de los obispos de Ciudad Bolívar, Cumaná, Maturín, Guanare y Calabozo.
Aunque el acuerdo inicial era de cinco años, la mayoría permaneció algunos más. “Unos 33 sacerdotes malagueños trabajaron, hasta 1986, en aquellas diócesis. De ellos, cinco fallecieron allí y dos aún permanecen”. En 1986 la ayuda de Málaga se concretó en Ciudad Bolívar, la diócesis más necesitada de clero, y, para mejor ayudarla, se creó la Misión Diocesana de Caicara del Orinoco. Desde entonces, al menos tres sacerdotes malagueños han trabajado en ella. Se trata de una Misión con un territorio seis veces más grande que la Diócesis de Málaga, que cuenta con tres parroquias y 27 templos repartidos por pueblos, caseríos y comunidades indígenas.