Cientos de fieles acudieron a celebrar la Misa del Miércoles de Ceniza por la tarde en la Catedral. El Obispo de Málaga, Jesús Catalá, que la presidió, invitó a todos los participantes a vivir la Cuaresma como un tiempo de reconciliación con Dios y con los hermanos.
«Hoy expresamos nuestro deseo de conversión con el austero rito de la imposición de la Ceniza. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo conserva como signo de la actitud del corazón arrepentido y penitente, que todo bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal», afirmó Mons. Catalá, quien añadió que «la Cuaresma es tiempo de reconciliarse con Dios y con los hermanos».
También destacó que la Cuaresma es un tiempo «propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna, como hemos escuchado en el evangelio de san Mateo (cf. 6,2-6.16-18). En las oraciones de los fieles rezaremos para que el ayuno, la oración y la limosna nos identifiquen más con Cristo, que dio su vida por todos, y nos comprometamos en la construcción de un mundo más justo y fraterno».
Y una «ocasión propicia para recordar nuestro bautismo y agradecer a Dios que nos haya hecho hijos suyos adoptivos. Las aguas bautismales nos limpiaron del pecado original y nos dieron la gracia de ser hijos de Dios», proseguía.
«Iniciemos con humildad y actitud sincera de conversión, queridos hermanos, este itinerario cuaresmal hacia la Pascua. El Señor nos concede una nueva Cuaresma como tiempo favorable para pedir perdón de nuestros pecados y aceptar con gratitud la misericordia entrañable de nuestro Dios», concluye.
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Encarni Llamas Fortes