Conchi Villanueva: «Está siendo uno de los momentos más duros que está viviendo India»

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Conchi Villanueva es hermana trinitaria, natural del Puerto de la Torre, en Málaga, y vive en India desde 2016. Inició su andadura en la congregación en 2008, atraída por su carisma: la redención y liberación de la mujer necesitada. Conoció a las hermanas trinitarias en 2006: «Me atrajo su forma de ser, su carisma y la misión que realizaban en la escuela de Málaga y así me fue llamando el Señor a la vida religiosa», afirma.

¿Cómo está siendo este momento actual de pandemia en India? 

Está siendo uno de los momentos más duros que está viviendo India. A pesar de que llevamos más de un año de pandemia de este coronavirus, la cosa parece que se está poniendo cada vez peor. Ciertamente, India es un país muy grande, con muchos estados y muchísima población, pero tengo la impresión de que son muchos más los casos de afectados y fallecidos en esta pandemia de lo que aparece en los medios de comunicación.

Es una realidad que clama al cielo y a la solidaridad internacional. Vemos a tanta gente sufriendo y no tenemos ni los mínimos recursos, no hay respiradores, ni oxígeno, ni camas en hospitales, no se puede atender a los enfermos, ni siquiera hay posibilidad de enterrar o quemar los cuerpos infectados. Yo creo que os están llegando las imágenes de cómo se amontonan los cuerpos sin vida, de las cremaciones multitudinarias, de cómo se arrojan y abandonan los cuerpos en los bosques y en fosas comunes… es muy doloroso.

Cabe destacar que no es la misma situación la que se está viviendo aquí al sur de India, nosotros estamos en Kerala y llevamos desde 2008 aquí, que en el norte, donde la situación está siendo mucho más dura. El número de afectados están subiendo muchísimo y el Departamento de Sanidad está pidiendo al Gobierno central que, por favor, confine a la población, pero claro la economía del país va a volver a sufrir muchísimo. La gente quizá no muera de coronavirus, pero va a morir de hambre, porque aquí la gente vive al día, y de lo que trabaja es lo que come en ese día. Se está viviendo esta pandemia con el corazón en vilo, porque no sabes por dónde va a salir, ni hasta cuándo los recursos mínimos van a estar disponibles. En nuestro barrio hay muchas familias que están afectadas por el coronavirus, y ahora parece ser que esta cepa es mucho más fuerte porque está afectando a personas jóvenes.

El Gobierno se ha comprometido a que antes de que acabe julio toda la población de Kerala esté vacunada, si bien es verdad que esto es muy difícil de controlar por la población tan numerosa. 

¿Ves signos de esperanza en medio de esta pandemia?

Bueno, “la esperanza es lo último que se pierde”, ¿verdad? Y yo, desde luego, no quisiera perderla. No quisiera perder la esperanza en la humanidad y me queda claro, después de esta pandemia, que nada es para siempre, y el único que permanece es el Señor, en Él confiamos. Creo que, después de esta pandemia, vamos a salir más fortalecidos, los valores van a cambiar radicalmente, ya está pasando, esto nos va a unir más, nos va a hacer más fuertes. Hago un llamamiento a toda España y a todos los países para que, por favor, que piensen en nosotros, en las personas que estamos aquí en India y nos echen una mano. Necesitamos respiradores, hay gente muriendo por falta de oxígeno, hay mucho personal sanitario que se está infectando y mucha gente joven que está muriendo.

¿Qué te mantiene en India?

La verdad es que es muy buena pregunta la que me haces. Hay muchísima gente, desde el año pasado, que me dicen “Conchi por favor, vuélvete, por qué sigues ahí por qué no te vienes, tienes a tu familia, imagínate que a tu familia le pasase algo” y bueno, sinceramente yo me consagré para dar mi vida a Dios y a los más pobres, y en este caso a la juventud necesitada. Cada uno tiene su propia vocación, su propia llamada a ser feliz, y ciertamente, si yo estoy aquí en India es porque esto es lo que me hace feliz y es el Espíritu el que sopla y te va llevando, y el que te va sosteniendo allá donde estés. Es una situación difícil y complicada, porque no tenemos los mismos recursos que allí en España, no existe la misma infraestructura a nivel sanitaria, hay muchas cosas de las que carecemos, pero yo sí que puedo decir que en medio de este caos, en medio de esta desesperanza, encuentro la esperanza en que Él nos prometió que nunca nos iba a dejar solos, que siempre iba a estar con nosotros hasta el final de nuestros días, y eso es lo que me mantiene aquí, el tener la confianza puesta en Él, y el saber que, como nos dice en Mateo 28, 20 «no temas porque yo voy a estar contigo hasta el final de vuestros días”. Eso es lo que me mantiene.

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