Comienza la novena en honor a la Divina Pastora de las Almas, que se celebra hasta el día 5 de mayo en la parroquia de la Divina Pastora de la capital, antiguo convento capuchino. El día 7 de mayo será la procesión de alabanza por las calles de su barrio y el 8, la Función Principal de Instituto presidida por el párroco, Rafael Pérez Pallarés.
La novena profundizará en los siete dones que recibe María del Espíritu Santo, y estará predicada por los siguientes sacerdotes:
Miércoles 27 de abril: Sabiduría. Muy Rvdo. P. D. Eddie Sunsin. Arcipreste
Jueves 28 de abril: Inteligencia. Rvdo. P. D. Alfredo López
Viernes 29 de abril: Consejo. Fray Salvador Jiménez, Franciscano de Vélez-Malaga
Sábado 30 de abril: María, Madre de la Iglesia. Rvdo. P. D. Antonio Sosa
Domingo 1 de mayo: María, Madre de Dios. Rvdo. P. D. Rafael Pérez
Lunes 2 de mayo: Fortaleza. Rvdo. P. D. Antonio Fernández
Martes 3 de mayo: Conocimiento. Rvdo. P. D. Andrés Merino
Miércoles 4 de mayo: Temor de Dios. Rvdo. P. D. Juan Carlos Millán
Jueves 5 de mayo: Piedad. Rvdo. P. D. Miguel Chacón
DEVOCIÓN CON RAIGAMBRE EN MÁLAGA
Una investigación ha datado en 1741 la presencia de la imagen de la Virgen en el templo que labraron los frailes capuchinos en 1632. Ha sido gracias al hallazgo de un testamento otorgado por Bartolomé Hurtado de Mendoza y su mujer el 6 de abril de 1741, mediante el que instituyeron una misa rezada en honor de la Divina Pastora. Málaga tiene la suerte de contar con una de las representaciones de la Santísima Virgen María bajo la advocación de Divina Pastora de nuestras almas más antiguas de cuantas se conservan en el ámbito andaluz y nacional. Casi tres siglos de veneración prácticamente ininterrumpida a esta misma imagen en su barrio de Capuchinos son prueba manifiesta de una devoción que tenido el arraigo suficiente como para superar momentos de muy dura dificultad como fueron la Invasión Francesa y la Desamortización vividas en el siglo XIX, y la quema de conventos e iglesias y la Guerra Civil del siglo XX.
Pero su devoción no está solo cargada de historia. Ese dilatado pasado constituye la firme raíz sobre la que aún hoy florece de un modo especial el fervor a esta hermosa imagen del siglo XVIII, una veneración que se palpa durante todo el año en los numerosos actos de culto y celebración que se suceden en su parroquia y que atraen a fieles venidos no solo del ámbito de la feligresía y de la capital, sino también de otras localidades malagueñas, andaluzas y españolas.
