Fray Manuel Santos Sánchez O.P., del Convento de Santo Domingo (Oviedo), invita a reflexionar sobre el evangelio de hoy, 27 de diciembre (Juan 20, 1a. 2-8).
Estamos ante el pasaje llamado del “sepulcro vacío”, que es con lo que se encuentran María Magdalena, Juan y Pedro. No llegaron a más, aunque pudieran intuir algo más. Posteriormente Jesús se les apareció personalmente y entones comprendieron que Jesús había resucitado. Fue este su testimonio el que nos han transmitido a todos los seguidores de Jesús de todos los tiempos.
La resurrección de Jesús prueba que es verdad todo lo que nos ha dicho y predicado. Entre otras cosas, que nuestro destino es el mismo que el de él: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera vivirá; y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre”.