
Francisco Javier Guerrero, profesor de los Centros Teológicos de la Diócesis de Málaga, ayuda a profundizar en el evangelio del domingo XX del Tiempo Ordinario, 20 de agosto de 2023.
Dios tiene paciencia
Metidos de lleno en el tiempo veraniego, la Palabra de este domingo, en sus tres lecturas, nos muestra claramente que Dios no hace distinciones: la salvación que nos trae es absolutamente para todos.
Hoy se nos presenta como modelo una mujer cananea, ajena al mundo y a la fe judía –un “perro”, como designaban a todos los paganos-. Su hija tiene un demonio. Y su prioridad es que sea curada -¡cuántos hijos se han salvado por la fe de sus madres!-. Había buscado y encontrado al que podía colmar su urgencia. Es la fe y no su origen la que da acceso a Jesús.
No se dejó vencer por el recelo ni la humillación aparente. Su oración persistente y confiada sabe esperar. Su confianza en Jesús, aunque parezcan migajas, es más grande que cualquier desprecio. Y por su fe provoca la admiración de Jesús y arranca de Él un milagro que estaba como fuera de programa.
¡Ojalá tuviéramos la fe de esta mujer cananea! Una fe sencilla, transparente, inquebrantable, que no se arruga ante los obstáculos … capaz de contemplar en nuestra vida la presencia de Jesús en el Pan y en la Palabra -también en los momentos de “nubarrones”: sufrimiento, enfermedad, cruces…- y que pudiéramos oír de labios de Jesús: “¡qué grande es tu fe!”. Hoy también nosotros, necesitados de su misericordia, le pedimos: “Ten compasión de nosotros, Jesús, Hijo de David, danos luz para saber creer, saber pedir, saber amar…”.