El profesor de los centros teológicos de Málaga Antonio Aguilera invita a profundizar en el Evangelio de este domingo, Fiesta de la Sagrada Familia (Mt 2, 13-15. 19-23).
Estamos celebrando estos días el nacimiento de Jesús: nos hemos preparado, hemos rezado, hemos vibrado… Hemos sentido su presencia, como niño; su cercanía, en debilidad y en pobreza; por dónde va su mensaje con aparecer Él en lo débil, lo sencillo, lo humilde…
La iglesia hoy nos ayuda a dar un paso más y nos dice: ¿este Niño dónde ha nacido? ¿Cómo y dónde fue atendido y educado? ¿Su mensaje, dónde se ha fraguado?
En familia. Allí se acogió el anuncio: allí se esperó y se preparó todo; allí se recibió, en mucha humildad y con un corazón muy abierto; allí se desarrolló como persona humana: comer, jugar, aprender a leer, aprender a trabajar; allí fue hijo de Dios y hombre entre los hombres. El Niño, con María y José. Dios quiso encarnarse en familia. En pobreza, en sencillez, en humildad, en debilidad… yenfamilia.SiDiosquisoencarnarseen familia, es que le daba un gran valor a la familia a “ser familia”. De hecho, Dios es comunidad, es familia, un Dios en tres personas, comunidad de amor.
Culminamos hoy, siendo familia, el gran Jubileo de la Esperanza. María, José y el Niño tuvieron que huir a Egipto, pero su esperanza estaba fuertemente anclada en la voluntad del Padre Dios.
Todos nosotros, familias de hoy, también tenemos en ocasiones muchas dificultades, pero… que nuestra esperanza esté siempre en el Señor, ¡que Él nunca defrauda!
