“Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos” Esta frase de “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry recoge la esencia de la propuesta creativa escogida para el proceso de escolarización. Los Colegios Diocesanos, el profesorado, los alumnos, los padres, conforman un “todo” que en simbiosis perfecta hacen que la experiencia educativa sea garantía de éxito y liderazgo.
Pero por encima de todo, lo que hace diferente la elección de los centros de la Fundación Victoria es sin duda aquello a lo que se hacía referencia al inicio: “lo esencial es invisible a nuestros ojos”. Es ahí, donde el carácter diocesano en combinación con las metodologías y propuestas que se ofertan en los Colegios, hacen que los alumnos sean los verdaderos protagonistas de una experiencia única. Ese es el alma de los colegios. Un alma que hace que nuestros Colegios estén a la vanguardia en el desarrollo de programas específicos, la apuesta por el uso de los idiomas y la aplicación de tecnologías adaptadas al entorno escolar, favoreciendo el crecimiento integral del alumno en valores con un pensamiento crítico.
Un alma que transforma la educación y prepara a nuestros alumnos para ser los líderes del mañana.
Escucha la cuña «Coles con alma«