
El sábado 15 de noviembre, un grupo de feligreses de diferentes parroquias malagueñas, y que han hecho el camino de Emaús, en San Fernando, Las Angustias y San Miguel de Málaga, y Fuengirola, peregrinaron a la Casa del Sagrado Corazón, el Cotolengo de Málaga, para ganar el Jubileo.
La cita fue en la parroquia del Santo Ángel de la Guarda, al que pertenece por feligresía el Cotolengo, que abrió sus puertas a la oración de inicio con la colaboración del párroco, Federico Cortés. Allí tuvieron un primer momento de oración que en el que Jesús Hurtado, párroco de la iglesia de San Fernando, leyó la parábola del Buen Samaritano y reflexionó, a continuación, sobre la ayuda a los necesitados.
«Después de rezar el Padrenuestro, salimos en peregrinación hacia la Casa del Sagrado Corazón más de 80 personas, caminando y cantando tras una joven que portaba una cruz jubilar», explican.
Ya en el Cotolengo, celebraron la Eucaristía en la capilla, y Jesús Hurtado, en una emotiva homilía, habló sobre la pobreza y sus diferentes tipos. «Nos explicó que podemos ser ricos en lo material y pobres en el amor -cuentan-. Tambien nos dijo que los cristianos -y con más motivo en este año Jubilar de la Esperanza- debemos mirar al prójimo y no ser indiferentes ante sus necesidades; debemos adquirir compromiso con ellos, aportando cada uno siempre dentro de nuestras posibilidades nuestro granito de arena, pero nunca menos de esto. A veces, un simple gesto o una sonrisa marca la diferencia. Los cristianos debemos ser misioneros, evangelizando y dando testimonio y ejemplo con nuestro modo de vida».
Algunos «caminantes de Emaús» son voluntarios en la Casa del Sagrado Corazón, por lo que, al terminar, Jesús Hurtado hizo referencia a ellos agradeciéndoles la organización y el servicio que prestan. Uno de ellos, explicó a los presentes el espíritu y la labor que se realiza en la Casa.
Una vez ganado el Jubileo, los peregrinos compartieron con los residentes una paella solidaria, aportando un donativo a la Casa.

