Una cadena de oración desde la parroquia de Benagalbón, el rezo del rosario y la lectura de un manifiesto en la plaza de la parroquia Divina Pastora de Marbella, y una vigilia de oración en el arciprestazgo de Cristo Rey, entre las iniciativas que van surgiendo en distintos puntos de la diócesis para orar por el fin de la guerra en Ucrania.
Benagalbón
El párroco de Nuestra Señora de la Candelaria, en Benagalbón, Enrique Mateo, ha puesto en marcha una cadena de oración por la paz, ante la situación crítica que están viviendo nuestros hermanos de Ucrania. Este es el texto y la imagen que se está difundiendo por las redes sociales:
Desde la parroquia iniciamos esta cadena de oración por la Paz.
Te pedimos Señor por todas las familias que huyen desesperadas de la situación que se está viviendo desde esta noche entre Ucrania y Rusia.
Te pedimos por sus dirigentes, que encuentren soluciones que miren al bien común.
Acoge Señor en tu Reino a los fallecidos víctimas de esta guerra.
Padre bueno, tú que nos quieres tanto enséñanos a amarnos como tú lo hiciste con nosotros.
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
María, Reina de la Paz, ruega por nosotros.
Marbella
Desde la parroquia de la Divina Pastora de Marbella nos explica su párroco, Agustín Zambrana, que este domingo, 27 de febrero, «nos hemos reunidos las dos comunidades cristianas (ucraniana y española) para rezar juntos por la paz. Hemos rezado el rosario y después hemos leído un manifiesta, en la plaza de entrada de la parroquia».
Este es el texto del manifiesto que han leído:
«Oramos juntos por la paz en Ucrania. Buenos días, nos hemos querido reunir hoy con nuestros hermanos ucranianos para manifestarles que estamos con ellos en esta situación de dolor ante la guerra sin sentido que están sufriendo en su país, lo sentimos como algo nuestro: ningún ser humano tiene derecho de ser agredido por otros, la violencia nunca esta justificada.
El miércoles próximo, Miércoles de Ceniza, entramos en la Cuaresma, tiempo caracterizado por una exigencia más vigilante de conversión y de renovación, durante el cual los fieles somos invitados a contemplar con mayor intensidad a Cristo, quien se prepara a realizar el sacrificio supremo de la Cruz.
Además, este año iniciamos nuestro camino hacia la Pascua con un compromiso más firme de oración y de ayuno por la paz, “La oración unida al sacrificio, es la fuerza más potente de la historia humana”. Así nos lo ha recordado el Santo Padre que nos ha convocado a una jornada de oración y sacrificio por la paz en Ucrania, en ese día.
Debemos recordar que frente a las armas la intervención humanitaria más potente sigue siendo la oración, sobre todo cuando va acompañada del sacrificio y del sufrimiento.
“Toda guerra deja al mundo peor que como lo había encontrado. La guerra es un fracaso de la política y de la humanidad, una claudicación vergonzosa, una derrota frente a las fuerzas del mal», nos dice el papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti.
Lo dramático de esto es que siempre que pierden los más inocentes. Como comunidad católica, rechazamos y repudiamos esta guerra sin sentido.
«De nuevo la paz de todos es amenazada por el intereses de pocos», sigue recordando el papa Francisco.
Como comunidad, tenemos la obligación de denunciar la injusta agresión que está sufriendo el pueblo ucraniano y sería una gran falta el dejar de hacerlo, Unámonos a la denuncia de esa execrable acción y recemos, junto a la Iglesia Universal, para que la paz sea una realidad inmediata.
En Marbella, 27 de febrero de 2022»
Arciprestazgo de Cristo Rey
La parroquia de la Esperanza y San Eugenio de Mazenod, en el barrio de Ciudad Jardín, acogió el sábado 26 de febrero una vigilia de la oración, a las 21.00 horas, en la que participaron feligreses de diversas parroquias de todo el arciprestazgo de Cristo Rey.
En palabras del sacerdote Andriy Havlich, Misionero Oblato de María Inmaculada natural de Ucrania, «ha sido una vigilia de oración por la paz en Ucrania y en el mundo. Han sido muchos los fieles que han querido unirse desde todo el arciprestazgo, una celebración muy participativa y llena de cariño».
«Desde que comenzó esta guerra, el dolor que he sentido es inmenso», afirmaba el padre Havlich durante la oración, «era tan inmenso que parecía insoportable. Con vuestra llegada a esta vigilia de oración, empecé a sentir vuestro amor y apoyo. Gracias a todos por este gesto de amor y de unión en la oración por la paz en Ucrania y en todo el mundo», concluía el misionero ucraniano.
