
La Parroquia de la Santísima Trinidad de Antequera acogió el sábado 7 de junio la XXII Asamblea que anualmente celebran las Capellanías de Pastoral Penitenciaria de todas las prisiones de Andalucía, Ceuta y Melilla.
El trinitario Pedro Fernández Alejo, capellán del Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre y coordinador de la Pastoral Penitenciaria de Andalucía, ha remitido la crónica que publicamos a continuación:
Con la presencia de cerca de cincuenta Voluntarios y Capellanes se inició el encuentro con una celebración de la Eucaristía compartiendo juntos el don de la vocación y la misión de ser enviados, con la unción del Espíritu, a llevar el Evangelio a personas que han perdido, no solo la libertad, sino que, en muchos casos, hasta la esperanza. Como nos decía el Papa Francisco, los miembros de la Pastoral Penitenciaria nos convertimos en “misioneros de la esperanza”, llenando el corazón de cada preso de alicientes y motivos necesarios para contemplar con esperanza su futuro en libertad.
Para la Pastoral Penitenciaria este Año Jubilar de la Esperanza supone un aliciente maravilloso, puesto que el Papa Francisco deseó que fuera un Año en el que los hombres y mujeres que habitan en las periferias de nuestra sociedad recibieran un mensaje firme de esperanza por parte de la Iglesia, de modo especial. De ahí que nosotros nos sintamos vocacionados y enviados para ser testigos de esperanza ante las personas que sufren la cárcel y para quienes la esperanza es un don casi inalcanzable.
La presencia de los miembros de Pastoral Penitenciaria en cada prisión supone un estímulo para realzar la figura de la persona presa con todas sus potencialidades, valores y energías interiores que le posibilitan el hacer frente, con entereza, a la experiencia tan profundamente destructora como es la cárcel. Una experiencia que le lleva a afrontar los retos que suponen ver el futuro con la mirada puesta en su futuro en libertad marcado por la esperanza de poder conseguirlo.
Esta motivación fue la que nos reunió en la ciudad de Antequera para reflexionar sobre el tema de la “Resiliencia”, tanto en los internos e internas como en cada voluntario. Para profundizar en este aspecto nos ayudó Sandra Chiclana de la Fuente que es Doctora en Psicología y jefa de Servicios de Programas Específicos de Tratamiento en la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Nos enriqueció, de manera didáctica y asequible, a adentrarnos en el descubrimiento de las potencialidades y riquezas que tiene cada persona, especialmente la privada de libertad, para poder superar los efectos destructivos y nocivos de la prisión. Del mismo modo que nosotros, desde la fe y los valores del Evangelio, poder ofrecerles a las personas presas un asidero valioso para la superación de traumas provocados por su estancia en prisión.
Esta labor misionera y evangelizadora que realiza la Pastoral Penitenciaria en todos los Centros Penitenciarios se ha visto reforzada también con las distintas y variadas celebraciones organizadas con motivo del Año Jubilar de la Esperanza. Algunas prisiones han sido declaradas como lugar de Peregrinación Jubilar. Otras han celebrado, con presos y funcionarios, momentos litúrgicos muy significativos para resaltar la vivencia profunda de la esperanza como motor de reinserción y liberación. También en varias prisiones se han solicitado, por parte de la Pastoral Penitenciaria la concesión de indultos particulares, así como la organización de peregrinaciones a Santuarios Marianos, como es el caso de Andalucía, la visita con internos a la Basílica del Real Santuario de la Virgen de la Cabeza en Andújar o la peregrinación a Roma en diciembre próximo.
Es cierto que “la esperanza no defrauda”, como tampoco nosotros, los cristianos comprometidos en la misión de evangelizar a los pobres en las periferias existenciales, vamos a defraudar las esperanzas de nuestros hermanos encarcelados que tanta necesidad tienen de ella.
Pedro Fernández Alejo, trinitario
Coordinador de la Pastoral Penitenciaria de Andalucía