Andrés González de Lara Sarria, malagueño de 58 años, ha sido nombrado por el Sr. Obispo nuevo vice-ecónomo de la Diócesis de Málaga. De raíces victorianas, pertenece actualmente a la parroquia de San Gabriel y es hermano de la cofradía del Monte Calvario, en la que fue miembro de su Junta de Gobierno durante varios años. Con 30 años de experiencia como asesor patrimonial en varias entidades de banca privada, afronta este resto «con gran ilusión por tener la oportunidad de poner «mis talentos» al servicio de la Iglesia».
«Siempre que surge una necesidad, a la Iglesia le pilla al lado del necesitado, al que le asiste de una manera rápida y eficiente»
Llega en pleno inicio de la campaña de la renta. ¿Qué mensaje se quiere hacer llegar este año?
Seguimos en plena pandemia y a pesar de las dificultades que ella entraña en todos los aspectos de nuestra vida, la Iglesia sigue siendo un refugio para quien no tiene hogar, alimento para el hambriento y esperanza en medio de tanta soledad. Ahora y siempre, la Iglesia somos todos. Y todos juntos, sumando esfuerzos y voluntades lograremos un mundo mejor. Con ese pequeño gesto libre y solidario que no cuesta nada, como es marcar la X de la declaración de la Renta, todos podemos colaborar al sostenimiento de la misión de la Iglesia.
La campaña del año pasado fue un éxito, con un crecimiento espectacular del número de declaraciones a favor de la Iglesia. ¿A qué cree que responde?
La iglesia siempre está al lado de los más necesitados. En esta crisis social y económica consecuencia de la pandemia del Covid-19, la labor social, asistencial y pastoral de las diócesis, parroquias y otras instituciones eclesiales que atienden a los más desprotegidos ha incrementado, en mi opinión, la percepción por parte de la sociedad de la importante labor que realiza la Iglesia en sus diferentes ámbitos de actuación. Parafraseando a un insigne pintor, “Que cuando llegue una pandemia, te pille trabajando”. Es por ello que, siempre que surge una necesidad, a la Iglesia le pilla al lado del necesitado, al que le asiste de una manera rápida y eficiente. Y la sociedad cada vez más es consciente de ello, aunque aún queda camino por recorrer.
El dinero que recibe la Iglesia se multiplica en beneficio de toda la sociedad ¿Cree que se valora suficientemente su labor?
Sin duda que tiene un efecto multiplicador y creo que aún no se valora suficientemente, aunque se está avanzando en ese objetivo.
La labor de la Iglesia en toda su dimensión, a favor del hombre y de la sociedad creo que es en parte desconocida incluso para los católicos. Es tan amplia que al ciudadano de a pie a menudo se le escapa la dimensión real de su actividad celebrativa, pastoral, evangelizadora, educativa, cultural y caritativa y asistencial.
Invito a todos a consultar la Memoria de Actividades de la Iglesia Católica en España en la web de la Conferencia Episcopal, que nos sorprenderá por su cifra de personas ayudadas y recursos invertidos.
Acabo con una cifra: en 2018 la Conferencia Episcopal Española presentó un informe realizado por la consultora internacional EY. Según este informe, el impacto que supuso en 2016 para la economía de nuestro país la actividad de las diócesis y Cáritas, ascendió a 1.386 millones de euros. Ello supone cinco veces más de lo que los contribuyentes asignaron a la Iglesia en la asignación tributaria. Estos datos demuestran que la inversión que hace la sociedad en la Iglesia a través de la asignación tributaria es tremendamente rentable.
