Alcaucín, Viñuela y Trapiche vieron llegar a Manuel Bermúdez como párroco en 1991, cuando fue ordenado sacerdote y, desde entonces han compartido con él su vida. En la actualidad, por problemas de salud, el sacerdote está viviendo en el Buen Samaritano, pero hace unos días, lo recibieron de nuevo en el pueblo de Alcaucín, para agradecerle todo lo que ha vivido con ellos.
«Hoy está siendo un día grande para Manolo Bermúdez», afirmaba Patricio Fuentes, director del Buen Samaritano, «ha sido y es cura, de Alcaucín, pero su enfermedad le ha obligado a tener que dejar de ser el párroco, donde tanto bien ha hecho y ahora vive con nosotros, en la Residencia el Buen Samaritano. Tenemos la suerte de que viva con nosotros», explicaba.
Acompañado por un grupo de residentes, voluntarios, trabajadores y familiares (dos autobuses en total), hace unos días, Manuel Bermúdez pudo volver a su pueblo, donde estaba «todo el pueblo con pancartas, esperando a Manolo en la puerta de la iglesia. Entre abrazos, besos, lágrimas y risas, consiguió Manolo entrar y todos dar gracias a Dios por la vida y por este día inolvidable», concluye Fuentes.
Encarni Llamas Fortes