50 aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

El próximo día 27 de febrero se cumple el 50 aniversario de la muerte de Guillermo Rovirosa, a quien los obispos españoles encargaron en 1946 la creación, a instancias del papa Pío XII, una especialización obrera dentro desde la Acción Católica. Su dedicación dio como fruto la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC).

Rovirosa nació el año 1897 en Vilanova i Geltrú (Barcelona). Realizó estudios de Ingeniería Industrial. Sus ansias de conocer la verdad le llevaron a abandonar la Iglesia, al no estar conforme con una fe que no respondía a esa inquietud, y a buscarla en diversas corrientes filosóficas y en otras religiones.

Casado con Catalina Canal, se traslada a París y será allí donde, por casualidad, escuche las palabras del Cardenal Verdier que serán la semilla de toda su mística: «El cristiano es un especialista en Cristo, y de la misma manera que el mejor oculista es el que más sabe de teoría y de práctica de los ojos, el mejor cristiano es el que mejor sabe de teoría y práctica de Jesús».

Convertido plenamente a Cristo se entrega con su mujer a Dios. Se traslada a Madrid e inicia su formación en Doctrina Social de la Iglesia; celebra cada día, clandestinamente en su casa, la Eucaristía durante la Guerra Civil; sus compañeros de trabajo lo eligen presidente del comité obrero de su empresa, por lo que será encarcelado.

Inicia un acercamiento al mundo obrero y a actuar apostólicamente con los trabajadores; convencido de que los obreros serán quienes evangelicen el mundo del trabajo, promoverá apóstoles obreros apasionados de Jesucristo, amantes de la justicia y de la fraternidad que late en el Evangelio. También tuvo problemas y denuncias en el interior de la Iglesia que le llevaron a ser apartado de la dirección de la HOAC. Decisión que aceptó con total humildad. Sus últimos años pasará largas temporadas en Montserrat donde se dedicará a rezar y escribirá una serie de obras en las que plasmará la profundidad de su experiencia de fe y su pasión por un mundo en comunión.

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