Con motivo de la celebración de los 400 años de la Hermandad Sacramental de Viñeros, el 3 de octubre, a las 19.00 horas tendrá lugar una estación de la Hermandad en la Santa Iglesia Catedral. Tras la Eucaristía, tendrá lugar la solemne y tradicional Bendición de las Uvas.
Es la segunda vez que el primer templo acoge esta singular ceremonia. La primera tuvo lugar en el atrio de la fachada principal, a principios de los años 80.
«De estos cuatrocientos años de existencia, doscientos treinta y uno vienen marcados con el principal lema que constituye el título o nombre de la Hermandad de Viñeros: Sacramental, que nos hace de las más antiguas de la ciudad», afirman desde la Cofradía.
Historia
El 24 de agosto de 1784, el papa Pío VI, por Bula «Ad Augendam Fidelium Religionem», dada en Roma, concedía a perpetuidad el Jubileo de las XL Horas, habiéndosele señalado los cuatro días primeros de enero de cada año, para el circular de la ciudad, por nuestro hermano el Ilmº Señor Arzobispo Don Manuel Ferrer y Figueredo, dignísimo Obispo que fue de esta Diócesis.
Ahora la cofradía peregrina al primer templo de la diócesis para agradecer los bienes espirituales recibidos durante cuatro siglos y el favor del Altísimo bendiciendo los campos y cosechas concretados, especialmente, en la antiquísima tradición vitivinícola de nuestra tierra. Como también lo viene haciendo cada Jueves Santo, además de celebrar desde el acto penitencial, la Instauración de la Eucaristía. En esta ocasión, el recogimiento penitencial se verá transformado de una peregrinación jubilosa, donde una vez más será proclamado el lema sacramental referido al vino, convertido en la consagración en sangre de Cristo: Vinum Lætifica Cor Hominis, EL VINO ALEGRA EL CORAZON DE LOS HOMBRES.
Esta muy antigua hermandad tuvo gran proyección en la vida social y espiritual malagueña, radicada en la iglesia de la Merced, donde daba culto a una milagrosa imagen de Jesús Nazareno de Viñeros, que aglutinaba la devoción popular que desapareció junto con el templo en los lamentables sucesos del 12 de mayo de 1931, cuando el fuego arrasó lo material y el carisma de prodigiosidad que los favores, milagros para los de fe sencilla, sucedieron alrededor de la sagrada imagen y la figura del director espiritual de la cofradía, el venerable Fr. Miguel del Pozo.
«El Nazareno de Viñeros, es la auténtica Vid y nosotros, sus sarmientos; rendiremos sentido homenaje al tiempo que lo hacemos a Jesús Sacramentado. Cantaremos al Amor de los amores y vendremos para adorarle tanto en su forma mística de Pan de Vida como Cristo Redentor, cargando con la cruz de nuestros pecados», afirman desde la Hermandad.