El pasado 11 de noviembre, en el Seminario diocesano de Jaén, nos reunimos más de un centenar de cristianos de toda la Diócesis para poner en marcha un hermoso proyecto que abra caminos a la catequesis de discapacidad. Bajo el lema «Mi corazón y mi fe dicen: ‘Sí, puedo’», compartimos, reflexionamos y aprendimos unos de otros.
La mañana comenzó con la acogida por parte de D. José Antonio Sánchez Ortiz, Delegado Episcopal de Catequesis, y una dinámica de grupo en la que fuimos soltando amarras y creando un clima distendido y fraterno. Después, en un ambiente de silencio y recogimiento, comenzamos el rato de oración viendo un emotivo video del cantautor Martín Valverde («Mi niño especial») e invocando a la Santísima Trinidad, conscientes de que somos instrumentos en manos de Dios y de que el Espíritu Santo nos guiará en esta hermosa y apasionante misión.
Al terminar, llegó nuestro Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, para saludarnos, darnos la bienvenida y animarnos a trabajar en el mundo de la discapacidad como una manera concreta de hacer realidad «el sueño misionero de llegar a todos» en el que se encuentra inmersa la Diócesis de Jaén con su nuevo plan de pastoral. El Obispo de Jaén, con un lenguaje sencillo y cercano, dejó muy claro que la primera actitud de una parroquia cuando llega una familia con una discapacidad es abrirles las puertas y hacer que sienta acogida por la comunidad cristiana. Sus palabras fueron ráfagas de aire fresco.
A continuación, comenzó la mesa redonda prevista, y que llevaba por título «La discapacidad: realidad, reto y respuesta». En ella participaron varios miembros del equipo de discapacidad de la Delegación episcopal de Catequesis. Paqui Vera, logopeda en continuo contacto con niños con síndrome de Down, hizo un recorrido por la realidad social y eclesial con la que se han encontrado y se encuentran actualmente las familias cuando llaman a sus parroquias con algún caso de discapacidad. Javier Valsera, como Delegado episcopal de Infancia y Adolescencia de nuestra Diócesis y padre de un niño con síndrome de Down, habló sobre el reto que tiene actualmente la Iglesia con el mundo de la discapacidad. Su exposición fue conmovedora, contundente y totalmente ajustada a la realidad y al Evangelio. Por último, Mª Carmen Illana y Lola Hervás recordaron cómo la necesidad de responder a la formación cristiana de discapacitados les llevó a trabajar hace unos años con el anterior Delegado de Catequesis, D. Julio Segurado Cobos, en la adaptación del catecismo «Jesús es el Señor».
Tras un descanso y compartir un café, comenzamos la segunda parte de la jornada con la presentación del protocolo de atención en las parroquias a las familias de niños con capacidades especiales y de los materiales para la Discapacidad (revisados) de la Delegación episcopal de Catequesis de la Diócesis de Jaén. Concluimos con la proyección de otro vídeo en el que pudimos escuchar las notas musicales que salían de la garganta de un niño autista y ciego, en el que pedía, insistentemente, ver a Dios y poder cantar eternamente: «Santo, santo, santo».
Faltó tiempo para presentar con más detenimiento un tema adaptado del catecismo, detenernos en ejemplos prácticos o presentar los proyectos previstos en la Delegación para poder atender a los niños con discapacidad visual y auditiva. Y es que fue tanto el interés mostrado por los participantes, tanta la entrega y la participación de todos, que pudimos percibir cómo el Espíritu Santo movía los corazones de los asistentes a trabajar por transmitir la alegría del Evangelio en esta maravillosa parcela de la viña del Señor.
No importaba cómo, ni quiénes gestaron hace ocho o diez años el proyecto de adaptar el Catecismo a niños con discapacidad intelectual, ni el vértigo al después de aquella jornada. Todas las personas allí presentes nos unimos en un «fíat» al Señor y nos dejamos acariciar por la suave brisa con la que el AMOR de los amores nos cubrió.
Bendito sea Dios que nos convocó allí. Alabado sea por habernos elegido instrumentos, como medios en la discapacidad. Sea siempre Su Santa Voluntad.
Mª Carmen Illana y Lola Hervás
Delegación de Catequesis
