Un día como hoy de 2016 comenzaba su episcopado Don Amadeo Rodríguez Magro como Obispo de Jaén.
Fue el sábado, 28 de mayo de 2016. En una mañana soleada, previa a la solemnidad del Corpus Christi, se daban cita en Jaén 27 prelados, entre Obispos, Arzobispos y Cardenales, junto a más de 2000 fieles que quisieron acompañar a Monseñor Rodríguez Magro en su primer día como Obispo del Santo Reino.
En estos tres años, Don Amadeo ha recorrido varias veces la geografía de la Diócesis. En tiempos como el de Pascua, pasa el día en el coche, conociendo a comunidades parroquiales donde va a administrar el Sacramento de la Confirmación.
En este tiempo ha conocido todo el tejido de movimientos, Hermandades y Grupos de la Diócesis y sigue de cerca el trabajo de las Delegaciones y Secretariados. Del mismo modo, conoce todos los monasterios y conventos de vida contemplativa y ha recibido a CONFER y a las consagradas de vida activa.
A los pocos meses de llegar, después de conocer la Diócesis a la que lo había enviado el Papa Francisco, organizó un Consejo Episcopal según las directrices sobre las que iba apoyar su episcopado: Vicaría General; Vicaría de Comunión y Coordinación; Vicaría de Evangelización; Vicaría de Culto y Espiritualidad; Vicaría de Caridad y Acción Social; y Vicaría de Asuntos Económicos.
Así, en septiembre de 2017 presentaba un Plan diocesano de Pastoral a desarrollar durante los próximos cuatro años, apoyado en cada una de las Vicarías. «El sueño misionero de llegar a todos». Un Plan de Pastoral que pretende despertar en cada cristiano de Jaén esa impronta de discípulo misionero. Así el primero de los cuatro años estuvo dedicado a la Comunión; el segundo a la Evangelización; el tercer año estará marcado por la Liturgia; y el cuarto año por la Caridad y la Acción Social.
En la homilía del inicio de su Episcopado, Don Amadeo se propuso ser puente de la sociedad jiennense. De perfil cercano y amable, y siempre risueño, es querido por el pueblo de Jaén y desde los pocos meses después de llegar, Don Amadeo se siente como un jiennense más.
En estos tres años, ha estado presente en numerosas en numerosas romerías marianas por todos los santuarios de la Diócesis, pero si hay una cita a la que no ha faltado ha sido a la romería de la Virgen de la Cabeza y a la noche de la Aparición, en abril y agosto, respectivamente.
Los pobres, los marginados, los sin techo, los marginados, los enfermos, los presos… también han sido parte de su ocupación y preocupación como Pastor de la Iglesia de Jaén. Ha acompañado a los internos en la prisión provincial, en Nochebuena o en Semana Santa. Ha visitado, en numerosas ocasiones, el Hogar de Santa Clara de Cáritas. Ha participado en las distintas jornadas de concienciación puestas en marcha por Cáritas y sus dos últimas Noche Buenas ha cenado con las personas sin hogar, acompañado siempre de su hermana.
Más de medio centenar de Cartas Pastorales ha escrito en estos tres años, junto con otras tantas Cartas del Obispo. En ellas, además de poner el foco en temas relevantes de la Iglesia de Jaén y de la Iglesia Universal, también ha escrito auténticas catequesis sobre la Comunión; sobre cómo vivir con intensidad el tiempo de Cuaresma; el Ave María; a los olivareros… y dos de apoyo fidelísimo al Papa Francisco.
El Obispo de Jaén ha viajado en estos tres años y lo ha hecho con los fieles de Jaén. Dos peregrinaciones a Roma, en las que, además de encontrarse con los cimientos de la Iglesia petrina, ha participado, junto con los peregrinos, en las audiencias del Santo Padre. A Fátima, Caravaca de la Cruz, el Cerro de los Ángeles, Santiago de Compostela y Tierra Santa, donde volverá a repetir este verano.
En este tiempo, también, ha ordenado a cinco diáconos y a tres presbíteros. Ha clausurado un proceso de martirio de 135 fieles diocesanos, que inició su predecesor, y ha iniciado dos Años Santos, el de San Juan de Ávila y el de Santa Marta y clausurado el de la Misericordia.
Junto con el Plan de Pastoral, el Obispo Don Amadeo se ha propuesto reformar la Curia diocesana, y hacerlo basándose, de nuevo, en esos cuatro pilares de: comunión-evangelización-liturgia-caridad. Una reorganización del organigrama pastoral que provocará una mayor agilidad y contextualización del tiempo pastoral en el que vivimos.
1095 días escribiendo una página de la historia de la Iglesia que peregrina en Jaén y que afronta con ilusión las propuestas de este Obispo, que vino de Extremadura para convertirse en un jiennense de pro.