Y siguieron la estrella que los condujo hasta Jesús, quien con dulce mirada los acogió en un nuevo día de la Festividad de la Epifanía del Señor. Día de alegría e ilusiones, en el que todo los corazones se hacen pequeños, par así, lograr entrar en el reino de los cielos.
En el bello marco de la S.I. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, tendría lugar la celebración de la Solemne Misa concelebrada, ocupando la sagrada cátedra D. Francisco Juan Martínez Rojas, Deán de la S. I. Catedral de Baeza y Jaén, y concelebrando D. Bartolomé López Gutiérrez, Vicario Episcopal Territorial de Baeza, Úbeda y Cazorla.
Este Santo Sacrificio, fue aplicado por el alma del Santo Padre Benedicto XVI. Durante su homilía, el Deán de Baeza, profundizó en el misterio de la Epifanía del Señor, indicando a los presentes, que el camino que hicieron los Magos de Oriente, es el camino que deben de seguir los hombres y mujeres de nuestro tiempo, para así, llegar a Cristo, centro de nuestras vidas. También, en sus sabias palabras, desgranó las ideas centrales de la homilía del Papa Emérito Benedicto XVI en la JMJ de Alemania, quien puso como ejemplo a Melchor, Gaspar y Baltasar para impregnar a todos de la alegría de salir al encuentro de Jesús, quien es, la mejor noticia para el hombre.
En el momento del ofertorio SS.MM. los Reyes Magos de Oriente, ofrecieron a Jesús oro, incienso y mirra, tal y como lo llevan haciendo dos mil años, desde aquel primer seis de enero.
La capilla musical estuvo a cargo de la orquesta y coro de la Familia Morales, quienes entonaron villancicos de toda la vida, para así, inundar las naves del templo de alegres melodías.
Finalizada la Santa Misa, Melchor, Gaspar y Baltasar expondrían al Niño Jesús a veneración de los fieles a los pies del altar mayor. Concluida la veneración, los niños pudieron fotografiarse con SS.MM. en la sacristía del templo, agradeciéndole los regalos y presentes recibidos y recibiendo caramelos y regalos por parte de los Magos de Oriente.
El cortejo real, abandonó el templo entre vítores, emprendiendo de nuevo el camino de vuelta hacia oriente.
José García Checa
Baeza