En un clima de fraternidad, escucha y discernimiento, la comunidad parroquial de San Juan Bosco celebró su Asamblea Parroquial. Un encuentro que “nos invitó a sentirnos protagonistas del camino común que la Iglesia diocesana nos propone en este tiempo de renovación pastoral”, según informa la parroquia salesiana.
Reunidos en torno a la pregunta de fondo, que marcó la presentación de la asamblea, ¿cómo acompañar, acoger y anunciar hoy el Evangelio en nuestro barrio y entre quienes se acercan a la parroquia?, la jornada se desarrolló en un ambiente de participación viva y sincera búsqueda del Espíritu.
El encuentro comenzó con una dinámica en círculos concéntricos, donde por parejas compartimos inquietudes, retos y sueños sobre la vida parroquial. Surgieron preguntas que nos interpelan: ¿Qué hacemos cuando llegan personas nuevas, estudiantes, familias? ¿Qué ofrecemos? Escucharnos mutuamente nos ayudó a reconocer las luces y también las dificultades que encontramos en nuestra misión de acoger, acompañar y anunciar.
Posteriormente, hicimos un recorrido por el proceso de conversión pastoral que propone nuestra diócesis en el marco del Sínodo, recordando el camino ya realizado en nuestra parroquia. No partimos de cero: contamos con una sólida base de formación, vida comunitaria e itinerarios de fe. Pero sentimos la llamada a dar un paso más, a abrir nuevos espacios sencillos y cercanos donde la acogida sea un signo visible del amor de Dios.
En los grupos de reflexión, fuimos tejiendo propuestas que nacen del deseo de ser una parroquia sinodal, en salida:
•Escuchar con atención a quienes se acercan con sus dudas y heridas.
•Ser testimonio vivo de fe en medio del barrio.
•Adecuar nuestras acciones a las necesidades reales de las personas.
•Acompañar a cada uno según su vocación, como en su día otros nos acompañaron a nosotros.
Porque muchos vecinos han recibido aquí los sacramentos, y aunque hoy no sientan la necesidad de la fe, seguimos siendo su parroquia, una comunidad abierta que quiere caminar junto a ellos y ellas con respeto, esperanza y alegría.
El encuentro culminó con la celebración de la Eucaristía, presidida por tres sacerdotes: nuestro párroco Juan Carlos Macías, Jordi Lleixà, Delegado Inspectorial de Pastoral Juvenil, y Manuel Ernesto, director de la comunidad salesiana. La misa fue acción de gracias por el camino recorrido y envío misionero para seguir siendo discípulos y testigos en medio de nuestra realidad cotidiana.
Finalmente, la jornada concluyó con una comida compartida, signo sencillo y fraterno de comunión, donde continuó el diálogo, la alegría y la esperanza de seguir construyendo juntos una Iglesia viva, cercana y misionera.
Hoy, más que nunca, sentimos que el Espíritu nos impulsa a ser protagonistas para proponer y acompañar, a vivir la sinodalidad no solo como método, sino como estilo de vida y de fe. Porque no partimos de cero: partimos del Evangelio y de la certeza de que Dios sigue haciendo nuevas todas las cosas.
Comunidad parroquial de San Juan Bosco de Jaén
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