El Secretariado para la Promoción del Culto Eucarístico de la Diócesis de Jaén, que dirige el sacerdote Mariano Cabeza Peralta, ha publicado unos materiales para los tiempos litúrgicos de Cuaresma y Pascua.
«Transcurridas unas pocas semanas del tiempo ordinario, arribamos a la orilla del Miércoles de Ceniza que nos abre la puerta del tiempo de Cuaresma, preparación al corazón del año litúrgico, el Santo Triduo Pascual. El Señor nos invita a la oración, a encuentro íntimo con él, al desierto árido de nuestro interior donde nos encontramos con los muchos dones que Dios nos ha regalado y las miserias que producimos. En el encuentro con el Señor surge la urgente necesidad de conversión, de agradar a Dios con la imitación de su corazón. Llorar nuestros pecados para que las lágrimas emulen las aguas bautismales que laven nuestro mal. Tiempo de Cuaresma, Semana Santa y Pascua, para contemplar la Cruz gloriosa de Cristo Salvador donde fuimos engendrados en el amor como hijos. La Cruz gloriosa donde estuvo clavada la salvación del mundo. La Cruz gloriosa, descanso sabroso de mi vida, vos seáis la bienvenida, como escribía la santa doctora de la Iglesia, Teresa de Jesús», afirma Cabeza.
«Al igual que en el tiempo de Adviento y Navidad transitamos de la mano de Santa Teresa de Jesús, a través de sus poesías, lo volveremos hacer en estos nuevos tiempos litúrgicos, con motivo del V Centenario de su nacimiento y reconocimiento de la vida consagrada. Mística que contemplando la pasión del Señor, las llagas de Cristo, su humanidad dolorida, sintiendo el sufrimiento de Cristo como propio, como dolor del mundo, buscó la pureza de vida y de su vocación carmelitana emprendiendo una reforma necesaria que desnudó el carmelo reformado al gusto de la cruz desnuda de Cristo Jesús. Para el tiempo de Pascua os ofrecemos textos del Beato Manuel González uniéndonos así a los actos que se organizan con motivo del 75 aniversario de su muerte».
«Que sean momentos sabrosos lo que pasemos con el Amado Sacramentado. Que en la contemplación, silencio, escucha y recogimiento, encontremos el camino luminoso que nos lleve hasta la morada más elevada de nuestra vida espiritual para que así desprendamos el buen olor de Cristo cuando deambulemos por los caminos de la vida. Feliz Pascua de Resurrección», finaliza.
