Carta pastoral del Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo López. No podemos resignarnos a desplazar a San José de esta jornada por ser día laborable su Festividad del día 19. Por este motivo hemos trasladado el “Día del Seminario” al domingo más próximo. Ello nos da ocasión para encomendarle al Santo Patriarca, desde su Fiesta hasta el día 22, el presente y futuro de las vocaciones al ministerio sacerdotal en la Iglesia diocesana y los actuales seminaristas, Rector y Formadores de nuestro Seminario.
El lema de la Jornada, en el contexto del Año Paulino que celebramos, es: APÓSTOLES POR LA GRACIA DE DIOS.
Es para vosotros seminaristas, sobre todo. Si miráis al horizonte Dios os ve ya en presente. Otros os esperamos, pronto, como futuros Apóstoles. Mientras tanto seguid descubriendo a quien es ya vuestro tesoro: Jesucristo. No dudéis en dejarlo todo por Él, ¡merece la pena!
Hace no muchos días me decía un sacerdote ya mayor: si tuviera que empezar a vivir no dudaría ir de nuevo al Seminario. Me daba esta razón: “lo haría, porque, a pesar de no pocas cruces, siempre he sido feliz y lo soy.”
Apóstoles para transmitir certezas y no ideologías; para hacer patente el amor de Dios a través de la humildad que habéis descubierto en Cristo; para ser sus testigos y ministros al servicio del pueblo de Dios. La Comunidad diocesana os apoya y reza por vosotros.
1.- El Seminario: Casa de todos.
En este hogar diocesano se forjan los hombres de Dios al servicio, más adelante, de todos los fieles diocesanos y de toda la Iglesia.
En esta casa de todos, corazón de la Diócesis, se acompaña y ayuda a los jóvenes que han escuchado la invitación de Jesús a seguirle a donde Él diga, dejándolo todo.
En el Seminario, un grupo selecto de formadores y profesores, tienen, en nombre de toda la Iglesia diocesana, la delicada e importante responsabilidad de formar a los candidatos para el sacerdocio ministerial, de acogerles, hacerles fuertes en su vocación, discernir si han sido llamados de verdad. Gracias de corazón por tan importante servicio.
Tienen plena actualidad las palabras de Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica Pastores dabo bobis, año 1992, que podemos recordar:
“La institución del Seminario mayor, como lugar óptimo de formación, debe ser confirmada… como casa propia para la formación de los candidatos al sacerdocio, con Superiores verdaderamente consagrados a este tarea. Esta Institución ha dado muchos frutos a través de los siglos y continúa dándolos en todo el mundo” (n. 60 a).
El Seminario diocesano cuenta en la actualidad con 13 candidatos. Puedo asegurarles, pues lo vivo día a día desde muy cerca, que reina un ambiente de gran serenidad, piedad personal y comunitaria, de estudio, de alegría, inquietud pastoral y misionera… Todo ello es garantía seria e idónea para la preparación de las nuevas generaciones de sacerdotes. Es cierto también, que, se puede más.
2.- Las nuevas vocaciones: Tarea de todos:
La pastoral vocacional es un problema clave en las Iglesias de nuestro entorno. También en la de Jaén. Es preocupante que en el presente curso académico haya llamado un solo joven a las puertas de nuestro seminario.
No perdemos, por ello, nuestra esperanza, porque “Dios no permitirá que su Iglesia carezca de ministros” (OT 6). Dios es el que llama, siempre atiende a nuestras súplicas y somos muchos los que pedimos vocaciones sacerdotales. Estemos seguros que habrá siempre jóvenes y adultos que escuchen su voz, si acertamos a presentarles en el momento más adecuado a Jesucristo.
Pedimos: “Buenos y santos sacerdotes”, porque la penuria de vocaciones no es pretexto para disminuir la vigilancia sobre cualidades del seminarista, todo lo contario. Nuestros tiempos exigen verdaderos hombres de Dios, de fe firme y con una formación espiritual, doctrinal y pastoral seria y muy completa. Es tarea del seminario, y respuesta generosa de la persona.
Sobre estas bases es tarea de todos, Obispo, sacerdotes, padres y educadores, sobre todo, pedir a Dios y buscar estos regalos del cielo para cultivarlos hasta producir tan altos frutos. Nadie puede sentirse extraño a esta causa, y no podemos resignarnos ante la escasez actual de vocaciones. Sería peligroso.
Debemos preguntarnos si hacemos todo lo posible, cada uno en su situación, por avivar en el pueblo cristiano esta urgencia y necesidad por despertar nuevas vocaciones, apoyarlas, hacerlas madurar.
3.- A la Delegación diocesana de pastoral vocacional: Gracias.
Debemos agradecérselo de corazón y apoyar, con interés, sus propuestas y acciones, muy ricas y variadas. Nos consta su generosa entrega.
Me llamó la atención, gratamente, poder saludar en el Seminario hace pocos días a un numeroso grupo de sacerdotes jóvenes que, con el Delegado Episcopal y un matrimonio, analizaban la posible apertura de un Seminario Menor diocesano, para la preparación de jóvenes con inclinación al sacerdocio, como otro espacio posible para incrementar las vocaciones sacerdotales, además del Centro Vocacional Manuel Aranda.
El pasado día dos se reunió el Consejo del Presbiterio diocesano, en sesión extraordinaria, para reflexionar sobre esta misma propuesta. Seguiremos este estudio y esperamos, con la luz del Señor, informar a los fieles diocesanos sobre sus conclusiones y resultados.
Queridos jóvenes: Si alguno escuchara el susurro amoroso de la voz de Dios en su interior que no dude en responder. Algo grande tiene el Señor reservado para ti.
Dios dará la respuesta oportuna a nuestra súplica. Continuemos insistiendo con plena confianza en su presencia:
¡Dadnos sacerdotes santos!
Con mi saludo agradecido y bendición
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
Jaén 4 de marzo de 2009