Carta Pastoral del Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo. Queridos fieles diocesanos:
La celebración anual de la Pascua, -pasión, muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo-, nos lleva a pensar sobre los Santos Lugares.
Al actualizar y hacer realidad en nosotros el Misterio de la Redención recordamos, en muchos momentos, la geografía santificada por la presencia terrena de Jesús de Nazaret, el Verbo Encarnado.
Una comunidad cristiana, poco numerosa en el día de hoy, representa en aquella «Tierra Santa», la presencia continuada de la primera comunidad cristiana que surgió en Jerusalén el día de Pentecostés, por la fuerza del Espíritu Santo.
La presencia también, en estos «Santos Lugares», de los Padres Franciscanos, a los que la Sede de Pedro, en el siglo XIV, confió su guardia y custodia, ha logrado asegurar, durante los últimos seis siglos, la atención debida a la comunidad cristiana y a los incontables peregrinos que se acercan a su geografía.
Mucho tenemos que agradecer los católicos a unos y otros. Es urgente apoyarles desde nuestra oración y prestarles nuestra ayuda, tanto con nuestra presencia, en cuanto sea posible, como materialmente.
Nuestra Iglesia diocesana, consciente de la situación tan dura que golpea hoy a Tierra Santa, la huida comprensible de no pocos cristianos y de las muchas necesidades a las que tienen que hacer frente el Patriarcado latino y PP. Franciscanos en su custodia, queremos responder de forma concreta.
Por una parte, la colecta del próximo día 21 de marzo, el día de Viernes Santo, tendrá como destino apoyar a los Santos Lugares. Así se lo recuerdo a mis hermanos sacerdotes para que inviten a los fieles a ser generosos en favor de la porción de la Iglesia que vive en Tierra Santa y que tanto precisa de nuestro apoyo.
Ya San Pablo en su tiempo hizo esta colecta entre los fieles «para los santos de Jerusalén» (2 Cor 8, 9) [1]
Pero, además, un grupo muy representativo de nuestra Diócesis, junto con su Obispo, peregrinará a Tierra Santa entre los días 23 y 30 del próximo mes de agosto.
Agradecemos al sacerdote D. Julio Segurado, Párroco de Marmolejo, su interés en favor de su organización y seguimiento. Llevaremos también un donativo especial para el Patriarcado de Jerusalén, pero sobre todo, trataremos de profundizar en la ley del amor, peregrinando juntos en viaje hacia el interior de nuestras personas, con Jesús de Nazaret.
La famosa frase de Pascal, «Cristo estará en agonía hasta el fin del mundo», parece realizarse de manera especial y dolorosa en este país en que resonaron sus palabras y donde tuvieron lugar los grandes acontecimientos de nuestra Redención.
Unamos nuestras oraciones en los próximos días de la Semana Santa para que esta tierra, encuentre el camino en favor de una solución justa a los difíciles problemas que tienen planteados.
Pidamos también a Jesucristo la paz y reconciliación para todos los habitantes de este suelo, que fue el suyo; al tiempo que nos acercamos y apoyamos a quienes siguen y predican su Evangelio.
Con mi saludo en el Señor y bendición.
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén