Carta Pastoral de Mons. Ramón del Hoyo, obispo de Jaén, en la apertura de proceso sobre martirio de 130 fieles diocesanos.
CARTA PASTORAL
APERTURA DE PROCESO SOBRE MARTIRIO DE 130 FIELES DIOCESANOS
Queridos fieles:
1. “Al término del segundo milenio la iglesia ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de los mártires”, con frecuencia desconocidos.
El próximo día 9 de abril celebraremos en la S.I. Catedral la sesión de apertura de un proceso sobre declaración de martirio de 130 fieles bautizados –sacerdotes, consagrados y laicos- que dieron su vida “in odium fidei”, durante la época oscura de nuestra historia, entre los años 1936 y 1937.
No fueron víctimas de una guerra civil, sino víctimas de una radical persecución religiosa, que se propuso un exterminio progresivo de la Iglesia.
Precede a este acto un largo trabajo de años. Respondemos así al conocimiento de nuestra historia y a las exhortaciones del Papa san Juan Pablo II que nos dijo: “Es preciso que las Iglesias locales hagan todo lo posible para no perder el recuerdo de quienes han sufrido el martirio”.
2. ¡Ojalá la Iglesia reconozca un día su martirio y esta iglesia de Jaén se enriquezca con nuevos hermanos intercesores y modelos de cristianos!
Les aplicamos a todos ellos las palabras del apóstol Pablo a los tesalonicenses: “Tenemos que dar en todo tiempo gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo… hasta el punto que nosotros mismos nos gloriamos en las Iglesias de Dios por la paciencia y la fe con que (soportasteis) todas las persecuciones y tribulaciones” (2 Tes 1, 3-5).
Estas tierras han sido bendecidas y regadas en los siglos de cristianismo por la sangre y testimonio de los mártires, desde el Padre de esta Iglesia, San Eufrasio, hasta San Pedro Poveda y el Obispo Manuel Basulto y compañeros, en su época más reciente. Su sementera ha sido fecunda en nuevos cristianos, y seguirá siéndolo.
3. Al recordar con gratitud y admiración su sacrificio, hemos de procurar descubrir en sus respuestas la manifestación de la fuerza de Dios y su amor misericordioso, como testigos de Cristo.
No se avergonzaron de su Evangelio, sino que, en la dificultad y persecución, permanecieron fieles a Cristo, que nos dice: “si alguno quiere salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su propia vida por mí, la salvará” (Lc 9, 23-24). Sepultados con Cristo en su muerte, viven con Él (Cf. Col 2,12).
Sus vidas son un grito para todos nosotros, diciéndonos: que nada, ni nadie, puede justificar el odio fratricida y la muerte del prójimo. Lo que la humanidad necesita es paz, fraternidad y concordia. Vencieron el mal con el bien. Son profetas del Evangelio vivo de Jesucristo.
4. Por todo ello y como memoria viva del jubileo extraordinario de la misericordia, que estamos celebrando, convoco al Colegio de Consultores diocesano, Arciprestes, Delegados y Consejo Presbiteral, además de a los sacerdotes, consagrados y fieles laicos que deseen asistir, a la Misa de acción de gracias y apertura del proceso, que tendrá lugar en la Catedral, en la fecha expresada, a las 11 horas.
Seguidamente tendrá lugar, en la Sacristía de la Catedral, la solemne sesión de apertura indicada.
Encomiendo a los Señores Párrocos, Rectores y Capellanes de Iglesias abiertas al culto público, que informen a sus fieles sobre el alcance del próximo acontecimiento diocesano, de que les irá informando convenientemente.
Con mi afecto en Jesucristo Resucitado.
¡Feliz Pascua!
X Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén