El Administrador Apostólico, Don Amadeo Rodríguez Magro, recibía esta mañana, en el Palacio Episcopal, a D. Francisco Juan Martínez Rojas, D. Ramón Colodrero, D. Carlos Pulido, D. José Manuel Criado y D. Ramón Utrera, miembros de la Comisión gestora de la Virgen de la Cabeza de Andújar, que dirigió la Cofradía Matriz desde finales del año 2015 y hasta principios del año 2018.
Durante la reunión, que ha transcurrido en un ambiente cordial y distendido, Don Amadeo ha querido entregarles la Medalla de la Diócesis de Jaén. Una distinción que reconoce el servicio y el compromiso con la Iglesia de esta tierra durante ese período. El Administrador apostólico quiso dar las gracias a la Comisión por haber asumido un encargo tan difícil e importante y manifestó su satisfacción porque todo haya vuelto a la normalidad. El Prelado jiennense ha valorado tanto su gestión desinteresada, como su verdadero fervor mariano. Asimismo, el encuentro ha servido como despedida y les ha invitado a participar en la Eucaristía de acción de gracias por su episcopado, que tendrá lugar mañana, sábado, a las 11 horas, en la Catedral de Jaén.
Por su parte, los miembros de la Comisión han agradecido su confianza en ese encargo diocesano y le han querido trasladar sus mejores deseos en esta nueva etapa que comienza próximamente como Obispo emérito. Del mismo modo, y como recuerdo de la Virgen de la Cabeza, han hecho entrega a Don Amadeo de una bella imagen de la Patrona de la Diócesis.
El diseño de la Medalla es de D. Pedro José Martínez Robles, párroco de Torredelcampo. En una cara aparece reproducido el crismón visigodo de La Guardia, que se encuentra en el Museo Provincial. Un crismón en piedra que recuerda las raíces tan antiguas del cristianismo en Jaén. Alrededor está el texto del evangelio de San Juan en el que Jesús dice: ‘Al que me sirva mi Padre lo honrará’. En el reverso está reproducido el Santo Rostro, con el alfa y el omega, Cristo principio y fin, y, junto a él, el triple arco, muy propio de Andrés de Vandelvira, ubicado en la cripta de la Catedral, en el panteón de canónigos y en la sacristía, que alude al templo como iglesia madre donde se celebra el culto de manera modélica y donde se alienta, por el ministerio del obispo, la predicación de la Palabra y del ejercicio de la caridad.
Se trata de la segunda distinción que se entrega en el Santo Reino, ya que la primera se concedía hace unos meses a Don Rafael López-Sidro, cuando dejó el cargo de director de Cáritas Diocesana de Jaén, tras 11 años al frente de este organismo de la Iglesia.