“Los curaba a todos” (Lc 6, 19). Este ha sido el versículo del evangelio que nos ha congregado a 87 sacerdotes de toda España desde la Corriente de Gracia de la Renovación Carismática Católica en España, entre ellos media docena de la Diócesis de Jaén, para rezar y vivir juntos la alegría de nuestra vocación y de la fraternidad sacerdotal.
Es poco decir que han sido días intensos, desde la Llamada del Señor, la respuesta que nosotros le damos como sacerdotes libres, obedientes, pobres y castos; días de gozo y consuelo, de paz y renovación, de sanación interior y libertad en el Espíritu.
Alabanza, adoración, meditación, Eucaristía, confesiones prolongadas que sanan heridas… y, también, compartir, interceder unos por otros, reír juntos y juntos llorar y sanar.
Gracias, Señor, porque nos has llamado, nos has elegido, te has fijado en cada uno y has renovado tu alianza de amor para siempre.
Una familia de sacerdotes que se ven una vez al año y se quieren a lo loco, abren sus corazones con sus debilidades para que los demás oremos allí mismo. Música, enseñanzas, Alabanza, Adoración, risas, muchas risas, abrazos y un sentido profundo de verdadera Comunión con la Iglesia, nuestra esposa. Inolvidable. Todo es real cuando el Señor y María, nuestra Madre, ocupan el centro del corazón. Dios sea bendito.
Gracias por los hermanos, todos con las mismas heridas, las mismas pruebas y dificultades, pero todos consolados en tu corazón que nos dice: “venid a mí y yo os aliviaré… yo os he escogido, ungido y sellado y os envío para que, en mi nombre, llevéis mi amor a todos… no temas a dónde yo te envíe irás y les darás testimonio de mi amor, te revisto de autoridad para llevar mi evangelio a todos mis amados… no temas yo estoy contigo”.
Amén, Señor, amén a tu palabra, amén a tu envío, amén a tu amor.
Miguel J. Cano López.
Asesor Espiritual de la Renovación Carismática Católica en Jaén
