El pasado viernes, 21 de mayo, 74 alumnos del Colegio Altocastillo fueron confirmados en la Catedral de Jaén.
La celebración estuvo presidida por el Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, y concelebrada por el capellán de Guadalimar, D. Pablo Verdeja; el Capellán de Altocastillo, D. Fernando Gallego; y el sacerdote del Altocastillo y Guadalimar, D. Luis Ramón Quesada.
Los catequistas y familiares fueron los encargados de las lecturas. El Evangelio fue proclamado por D. Luis Ramón Quesada. Asimismo, el acompañamiento musical corrió a cargo del grupo litúrgico EscuchArte.
Homilía
Don Amadeo comenzó su homilía saludando a los sacerdotes, a la comunidad educativa, a los confirmandos y a sus familias. Quiso tener un saludo especial para los abuelos presentes, y los que lo seguían a través de Youtube, ya que, como destacó, son una figura muy importante en la trasmisión y acompañamiento de la fe. En este sentido subrayó que “la iniciación en la fe comienza en el seno de la familia y continúa en la parroquia y en el colegio”. Así, afirmó que “estáis recibiendo una buena formación y una buena formación cristiana. Si sois conscientes de que somos bautizados, seréis consientes, también, de que eso supone una identidad especial de cada uno de nosotros, que es la de ser hijos de Dios. Desde el bautismo tenemos asegurado el amor de Dios y nuestra vida está incorporada a la vida de Cristo, por eso somos cristianos. Pero, además, como cristianos tenemos una vocación, la de ser santos como nos recuerda el Papa Francisco y como decía vuestro fundador. Tenemos, por tanto, que ser santos y discípulos misioneros”.
Posteriormente, el Pastor diocesano, dirigiéndose a los confirmandos les explicó que con el Sacramento el de la Confirmación culmina la iniciación cristiana y eso significa una mayor incorporación de la vida y la actividad de la Iglesia. “Sin embargo, aunque la iniciación cristiana se acaba, la formación cristiana es una formación que nunca termina, porque la vida de un cristiano es un aprendizaje constante. A lo largo de toda la vida tenemos que estar muy atentos a quienes somos y a lo que Dios quiera de nosotros”.
Asimismo, Don Amadeo, afirmó que “la fe es un encuentro personal con Cristo que nos cambia la vida. Y recibir al Espíritu Santo también supone un cambio de vida, porque llega al corazón de los creyentes. El Espíritu Santo va a enriquecer vuestra vida con sus dones, para que deis frutos, porque la fe no solo es para vivirla en la intimidad, sino que tiene una dimensión abierta, universal y, además, tiene que tener una repercusión social. Con la ayuda del Espíritu debemos trabajar por un mundo mejor. Abrid vuestro corazón y vuestra vida, porque el Espíritu del Señor no viene de paso, os acompañará en el camino de la vida”. Y añadió: “Es un Sacramento que imprime carácter y configura vuestra vida, porque el Espíritu es el hacedor de la vida de la iglesia. Es Señor y dador de vida”.
Para terminar, el Obispo, quiso animarlos a continuar siempre en el seno de la Iglesia, con la intercesión de todos los santos, especialmente la San Josemaría, e invocando, también, a la Santísima Virgen, “para que ella os acompañe en vuestro camino de fe”.
A continuación, los confirmandos renovaron sus compromisos bautismales y, acompañados de sus padrinos, recibieron el Sacramento de la Confirmación.
Además, la oración de los fieles y la acción de gracias fueron realizadas por los confirmandos.
Tras la felicitación del Obispo a los confirmandos, a sus familias y a toda la comunidad educativa, la celebración culminaba con una foto de familia.