El pasado sábado, 6 de abril, más de 400 catequistas de toda la Diócesis se reunían para celebrar su encuentro diocesano en Martos, coincidiendo con el Año Jubilar de Santa Marta.
Bajo el lema «Testigos de la fe ayer y hoy», el encuentro comenzaba, tras la acogida en la parroquia de San Amador, a las 10.30 horas. En primer lugar, el Delegado Episcopal de Catequesis, D. José Antonio Sánchez Ortiz, quiso dar la bienvenida y agradecer la presencia de todos los asistentes, a pesar de las circunstancias meteorológicas. Asimismo, quiso agradecer a los párrocos de Martos y todas las personas que se habían volcado en la organización del encuentro. “Que el Espíritu de Dios sea el que impulse nuestro encuentro y nos haga vivir ese testimonio de ayer y de hoy, para que, después, nosotros podamos ser testigos de su Evangelio en nuestras comunidades cristianas”, concluía.
Por su parte, el párroco de Santa Marta, D. Carlos Moreno, también quiso dar la bienvenida y recordó que la ciudad tuccitana está viviendo un año de gracia, con la celebración del jubileo en el 800 aniversario de la reimplantación de la fe y la devoción a la santa de Betania.
Tras una breve oración, comenzaba la peregrinación, encabezada por una pancarta y la Cruz de la Misión, hasta la parroquia de Santa Marta. A ella se unía el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro.
Antes de cruzar la Puerta Santa, Don Amadeo bendijo una de las baldosas que iban a pisar los peregrinos venidos de toda la geografía jiennense, para vivir un día intenso de fe compartida.
Eucaristía
Pasadas las 11 de la mañana comenzaba la Eucaristía que estuvo presidida por el Obispo y concelebrada por el Vicario General, el Delegado de Catequesis, el párroco de Santa Marta, el sacerdote iraquí P. Naim Shoshandy, así como por una veintena de sacerdotes diocesanos.
Durante su homilía el Obispo animó a los catequistas a leer la Exhortación Apostólica Christus Vivit y a hacer “una catequesis con la que, a lo largo de toda su vida, los niños conozcan el amplio contenido de la fe de la Iglesia. Deben de ir asimilandolo poco a poco”. “Y deben, además, conocer cómo vive un cristiano y hacer experiencia de vida cristiana”.
Asimismo, Don Amadeo insistió en que “la catequesis está siempre al servicio del encuentro personal con Cristo. Pero, es difícil que los niños y jóvenes lo comprendan, si nosotros no somos verdaderos testigos del Señor”.
El Pastor diocesano quiso poner como ejemplo de catequesis el diálogo de Jesús y Marta, tras la muerte de Lázaro. “Una catequesis no puede olvidar nunca la situación del otro. Hay que saber dialogar, para que expresen lo que hay en ellos, como Jesús hizo con Marta”, explicaba.
Finalmente, quiso pedir, por intercesión de santa Marta, “que nuestra catequesis promueva el encuentro con Cristo, que sea catequesis de testigos de la fe y que lleve a la confesión de fe, para que puedan nacer cristianos de verdad, cristianos comprometidos con su vida”.
La celebración eucarística culminaba con la oración del jubileo.
Testimonios
Tras una breve presentación del Delegado de Catequesis, tomó la palabra el Padre Naim Shoshandy (sacerdote Iraquí). Comenzó su intervención recitando en arameo, la lengua natal de Jesucristo, el Ave María. Para después subrayar tres palabras: Oración, Perdón y Fe, antes de contar su experiencia de cristiano en Irak. “Hoy puedo dar fe de que Dios no está lejos de cada persona, y menos de cada persona que sufre”. Después, relató el asesinato de su hermano, cuando iba camino del trabajo, en plena calle, por el mero hecho de ser cristiano. El Padre Naim habló de perdón, incluso a los que acabaron con la vida de su hermano. A pesar de ser momentos muy duros para él y para su familia, la fe es un regalo para su vida. Relató cómo son exterminados los cristianos en Irak y cómo tuvieron que huir a otros lugares, pese a que no querían abandonar su tierra. Habló del remedio contra el miedo, que es la oración a Cristo y a la Virgen María. Insistió en que Cristo murió en la cruz perdonando. Y finalizó su testimonio cantando en arameo el Padre Nuestro.
A continuación, Tíscar Espigares, de la Comunidad de Sant’Egidio de Madrid, explicó las tres obras en las que se apoya su comunidad: Oración, pobres y paz. Afirmó que “los pobres son quienes ayudan a entender el Evangelio”. “Los pobres nos ayudan a entender, a explicar a vivir qué es la Resurrección. El encuentro con los pobres de la calle son una experiencia de resurrección, el amor hace resucitar las historias”. Habló, asimismo, de la fuerza de la oración por la paz de todas las religiones y el poder de esa oración.
Finalmente, Dunia María Abdelaziz Minum, de la Congregación de “Inmaculada Niña”, de origen bereber, contó su historia con Dios. “Dios tenía un sueño para mí”, manifestó. Explicó, también, como una noche encontró a Dios en el Sagrario de su colegio mayor: “sentí como el abrazo de una madre”, para convertirse del islam al cristianismo y hacerse religiosa en una vida de entrega a los más desfavorecidos.
El Obispo, por su parte, quiso despedirse y agradecer la presencia de tantos catequistas: “Todos estamos aquí porque queremos ser una Iglesia misionera, en salida y queremos ser testigos del Señor”. Tras mostrar su gran alegría, agradeció, igualmente, la experiencia de fe compartida por los tres ponentes.
Concierto
Tras un breve descanso para compartir una comida fraterna el encuentro continuaba con el concierto- testimonio de Unai Quirós, en el Santuario de la Virgen de la Villa.
Desde la Delegación han mostrado su satisfacción y alegría por el desarrollo del encuentro. “Estamos muy contentos, porque los catequistas se fueron entusiasmados tras la experiencia vivida. Las valoraciones que nos están llegando son muy positivas, destacando los testimonios y el concierto”, explica Sánchez Ortiz. “Ha sido una aventura salir de Jaén, pero ha merecido la pena”, puntualiza.