La Catedral de Jaén acogió, en la Solemnidad de Pentecostés, la celebración del Sacramento de la Confirmación de 153 jóvenes y adultos de las parroquias de La Inmaculada y San Pedro Pascual, Santiago Apóstol, La Merced, Ntra. Sra. de Belén y San Roque, San Ildefonso, San Eufrasio, San Juan y San Pedro, San Bartolomé, San Juan Pablo II de Jaén, así como la parroquia de Santa Cristina del Puente de la Sierra, Ntra. Sra. de Gracia de Villadompardo y La Asunción de Ntra. Sra. de Villargordo. También se confirmaron un grupo de jóvenes de los Colegios Cristo Rey, Marcelo Spínola y Santa María de los Apóstoles de la capital.
La celebración estuvo presidida por el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, y concelebrada por el Vicario General, D. Juan Ignacio Damas; el Vicario Territorial de Jaén y Mágina, D. Jesús Millán; y los párrocos de Santiago Apóstol, La Inmaculada y San Pedro Pascual; San Juan Pablo II; y los Canónigos, D. Manuel Carmona, D. Antonio Aranda y D. Emilio Samaniego.
Antes de la proclamación del Gloria, el Obispo asperjó con agua bendita a los allí presentes, mientras decía: “Al recordar nuestro bautismo con esta aspersión de agua, agradecemos a Dios el don de la vida en el Espíritu con el que fuimos agraciados”.
Tras la Secuencia de Pentecostés, el Evangelio fue proclamado por el Vicario Territorial, D. Jesús Millán.
A continuación, Vicario General llamó a los confirmandos, que se pusieron de pie. Así, fueron presentados ante el Obispo aquellos que, tras un tiempo de catequesis adecuada a sus circunstancias, querían completar su iniciación cristiana, mediante la transmisión del don del Espíritu de Pentecostés.
Homilía
En el domingo de Pentecostés, el Prelado jiennense comenzó sus palabras recordando que celebrábamos la fiesta de Pentecostés, “donde conmemoramos la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y sobre toda la Iglesia como cumplimiento de la promesa de Jesús y culmen de su Pascua, es decir, coronamiento de su obra redentora y santificadora para con nosotros, la humanidad”.
En este sentido Don Sebastián explicó que para nosotros Pentecostés es “el desbordamiento de la bondad y del amor de Dios sobre el mundo, sobre su Iglesia, sobre cada uno de nosotros. Pentecostés es la gran obra de Jesús a favor de sus hermanos una vez que Él llega de nuevo a la plenitud de su comunión con Dios”.
Asimismo, animó a los confirmandos a ser testigos de Jesús. “Coged la misión que Cristo os encomienda, recibid el Espíritu Santo, sus dones, y anunciad con vuestra vida la dignidad y la grandeza de los hijos de Dios, presentad ante vuestros compañeros la belleza y la fecundidad de una vida dirigida desde dentro por el Espíritu de Jesús que habita en nuestros corazones, presentad ante vuestros amigos el valor de una vida humana guiada por un amor sincero, capaz de renunciar a uno mismo para servir con alegría a los demás con el don entero de la propia vida”.
Finalmente, Monseñor Chico Martínez culminaba pidiendo a Dios y unidos a la oración de María, “que el Espíritu Santo suscite en nuestros corazones un ideal de generosidad y santidad para ser de verdad una Iglesia renovada, una Iglesia alegre y familiar, una Iglesia servicial y misionera, una Iglesia vigorosa con la claridad y la fuerza interior del Espíritu Santo de Dios”.
Al concluir su homilía, y la renovación de las promesas bautismales, el Obispo diocesano junto al Vicario General y el Vicario Territorial, con la imposición de manos y la unción del Crisma, impartieron el Sacramento del Espíritu Santo a los 153 jóvenes y adultos.
Finalmente, Don Sebastián quiso felicitar a los confirmandos, sus familias y sus comunidades parroquiales. Y recordó la importancia de los seglares en el día del Apostolado Seglar y la Acción Católica.
La celebración culminaba con la bendición del Obispo con indulgencia plenaria y una foto de familia.
Galería fotográfica: «Confirmaciones en la Solemnidad de Pentecostés»