30.000 folios. Esos son los que el próximo 30 de marzo partirán con destino a Roma. En concreto, hacia Vaticano. A la Congregación de la Causa de los Santos, para que allí continúe el proceso de beatificación de 130 hombres y mujeres que dieron su vida por Cristo entre los años 1936 y 1939, en la provincia de Jaén. Antes se clausurará, en el Seminario, el “Proceso del Martirio de D. Manuel Izquierdo Izquierdo y 129 compañeros”.
El proceso se iniciaba el 9 de abril de 2016, el mismo día en el que el Vaticano anunciaba el nombramiento como Obispo de Jaén de Don Amadeo Rodríguez Magro. Ese día, después de una solemne celebración eucarística, la Sacristía mayor de la Catedral sirvió de tribunal para inaugurar este proceso de martirio. Si bien éste, aunque no oficialmente, había dado comienzo muchos años antes. Durante largo tiempo y de manera minuciosa, se recabaron testimonios; se entrevistaron a testigos; se recrearon lugares, se buscó a personas, documentos claves que dieran fe de lo sucedido. Sin ese trabajo previo, el proceso no hubiera podido llevarse a cabo, ya que hoy son muchos los testigos de aquellos acontecimientos que ya han fallecido, y sin cuyo testimonio hubiera sido imposible hilvanar esas páginas de la historia de los mártires de esta tierra.
Una historia de amor. Amor a Dios y arraigo a su fe, que llevó a 109 sacerdotes, una religiosa de clausura, un matrimonio, 17 varones seglares y un sacristán, con discapacidad intelectual, a entregar su vida en defensa de la fe católica. Muchos de ellos murieron con el nombre de Cristo en los labios.
De la documentación que el arduo trabajo de la comisión histórica ha elaborado se extraen páginas verdaderamente hermosas que forman ya parte de la historia de la Iglesia de Jaén. Hombres y mujeres sencillos, en una tierra rural y pobre, que vivían comprometidos con la Iglesia a través de movimientos como Acción Católica o Adoración Nocturna. Un sacerdote fiel reflejo de las Bienaventuranzas, que fue capaz de entregar su vida para salvar la de un padre de familia. Un periodista que quiso ser misionero y acabó siendo mártir, cuyo último gesto antes de partir, sin camino de regreso, fue besar a su pequeña hija de un año…
En los casi tres años que ha durado la ‘inquisitio’ diocesana, es decir la actuación del tribunal en Jaén para recoger las pruebas de los martirios que se piden en el proceso, se ha llevado a cabo por parte del Obispado de Jaén, en concreto, del postulador, D. Rafael Higueras Álamo y de sus colaboradores un trabajo ingente, recopilado ahora en 30.000 folios en los que se ha puesto en negro sobre blanco las biografías, los testimonios, algunos recientes; las causas que los llevaron a morir; también se ha determinado en el mismo tribunal la validez de los testimonios de los testigos fallecidos, “ne pereant”, todo ello para argumentar, de una manera fidedigna, que la sangre derramada por estos 130 fieles diocesanos es sangre martirial.
Clausura
A las 11 de la mañana del próximo día 30 de marzo dará comienzo, de forma solemne, la clausura de este proceso. Ya han confirmado su asistencia al acto más de 600 personas. Algunos testigos o familiares directos que aún siguen vivos. Entre otros, una pariente directa de D. José María García de la Hoz, uno de los incluidos en el proceso, que en la actualidad tiene 100 años, que quiere con sus propios ojos, cómo se cierra esta página de martirio en su fase diocesana para seguir la causa en Roma.
Familiares, amigos, vecinos, allegados… que no guardan rencor en su corazón, pero que confían en que la Iglesia reconozca en esos asesinatos, una entrega de su vida en defensa de la fe.
La clausura es un acto cargado de rigor, boato y sobre todo de garantías, así lo exige Roma. El Obispo de Jaén abrirá el acto con una oración. Después, el Postulador de la causa, D. Rafael Higueras explicará el acto y dará paso al Delegado Episcopal de la Causa de los Santos, D. Antonio Aranda Calvo, quien explicará las declaraciones tomadas para el proceso. A continuación, D. José Leonardo Ruiz Sánchez, Catedrático de Historia en la Universidad de Sevilla, miembro de la Comisión Histórica dará cuenta de su actuación en el citado proceso. Y ofrecerán el dictamen el Promotor de Justicia, D. Francisco Carrasco así como el Juez Delegado para este proceso, D. Pedro José Martínez Robles. Tras hacer los juramentos, el notario presenta ante los asistentes la documentación del Proceso de martirio, para que las actas y las cajas que contienen todas las actuaciones procesales sean firmadas y lacradas para su traslado a la Causa de los Santos en el Vaticano. El Prelado jiennense cerrará la ceremonia de clausura.
Después se abrirá el proceso en Roma, donde la Congregación para la Causa de los Santos, en una primera instancia, dé validez a todo el trabajo sobre el Proceso realizado en la Diócesis. Y se pasa a confeccionar el ‘Sumario‘, volumen donde se redacta una síntesis de toda la documentación recopilada por parte del tribunal diocesano sobre los testimonios acerca de las de los posibles mártires. Después hay una segunda parte, la ‘Informatio’: documento fundamental que ayuda a los jueces del Vaticano a emitir su voto sobre si los posibles beatos murieron a causa del martirio, para ser finalmente Su Santidad, el Papa quien dictamine a la luz del proceso la causa de beatificación de estos jiennenses.
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