Durante los días 24 al 28 de febrero la Comunidad del Seminario, aprovechando los días del puente de Andalucía, realizamos el viaje de Comunidad a la Comunidad Autónoma de Cantabria y al Santuario de Covadonga y los Lagos (Asturias).
Desde el inicio de curso los seminaristas hemos ido preparando la organización del viaje junto a nuestros formadores para tener un tiempo donde compartir nuestra vida comunitaria fuera del ámbito cotidiano y poder así visitar zonas y aprender de nuestra cultura.
El viernes 24 nos disponíamos a salir para el norte, nuestra primera parada era Burgos. Allí los formadores y seminaristas del Seminario de Burgos nos acogieron con una magnífica hospitalidad. Tras la cena le regalamos al Seminario aceite de nuestra tierra y ellos del mismo modo tuvieron algunos presentes referentes a la pastoral vocacional. Después tuvimos la gran suerte de tener un paseo nocturno por la ciudad. Al pasar por el Obispado el Obispo D. Fidel salió de su residencia para saludarnos a todos, mostrando su alegría y sorpresa por haber visitado Burgos. Al amanecer nos dirigimos a la Catedral para celebrar la Eucaristía y partir después hacia Cantabria. Finalmente agradecíamos al Seminario de Burgos su maravillosa acogida.
En estos días de viaje comunitario hemos parado en una casa rural cerca de la ciudad de Santander, en un pueblecito que está en la costa del mar cantábrico y que se llama Langre, rodeado de verdes prados que invitaban a la paz, el silencio y el sosiego. Desde aquí, después de rezar la oración de Laudes y desayunar, todas las mañanas nos dirigíamos hacia nuestra ruta ya planeada para disfrutar de los paisajes, monumentos y cultura.
El sábado 25, después de organizar la casa rural y comer, partíamos a la ciudad de Santander. Con una temperatura primaveral durante toda la tarde recorríamos las calles de la ciudad, paseando por el paseo marítimo, la Magdalena, la Catedral y otras calles céntricas en las que había un ambiente muy bueno.
Al día siguiente, el Domingo, nos dirigíamos hacia uno de los monasterios más importantes de Cantabria, el Monasterio de Santo Toribio que se haya cerca del parque natural de los picos de Europa. Toda la mañana del Domingo visitamos el Monasterio y su entorno, donde después participamos en la Eucaristía. Allí tuvimos la suerte de poder venerar la reliquia más grande que hay del “Lignum Crucis”. Después nos dirigíamos al pueblo para disfrutar de la belleza de sus calles y ambiente en una tarde prácticamente de verano. Posteriormente, tras la comida tocaba visitar uno de los municipios más bellos de Cantabria, Santillana del Mar. Sus calles, su silencio y ambiente parecían retraer el tiempo a muchos siglos antes, a una villa medieval. Pudimos visitar la Colegiata de Santa Juliana de estilo románico. Tras un paseo por sus calles y después de saborear su entorno volvíamos a Langre.
Día muy especial fue el lunes 25 ya que nos dirigíamos al Santuario Mariano de la Santina, de Nuestra Señora de Covadonga, patrona del Principado de Asturias. Este día hicimos unos cuantos kilómetros más y nos colamos en la Comunidad de Asturias para poder compartir todos juntos nuestra devoción a la Madre de Dios. Con un día maravilloso de sol llegábamos al Santuario y allí tras un tiempo de visita libre para conocer el lugar, tuvimos la suerte de celebrar en la cueva Santa la Eucaristía. Entre la inmensa belleza de la naturaleza cuya roca aguardaba a la Santina y la devoción popular que se palpaba todos pudimos participar con gran devoción en la Misa con aquellos peregrinos que venían a venerar la imagen de María. La Misa fue presidida por nuestro Rector, D. Juan Francisco y concelebrada por los demás formadores. El Rector en la homilía nos invitaba a dar gracias a Dios por su Madre, a seguir sus pasos para llegar a su Hijo Jesús con alegría y fe. Al finalizar la Eucaristía el abad del Monasterio se acercó a saludarnos y nos invitó a ver el Museo anexo al Santuario. Allí el abad nos explicó la devoción popular a la Santina desde el arte de la pintura, sin olvidarse tampoco de la figura de San Pedro Poveda, natural de Linares, el cual tuvo la inspiración de fundar la Institución Teresiana en la Santa Cueva cuando estuvo destinado en Covadonga. Al acabar agradecíamos al abad su amable acogida y nos despedíamos del Santuario para la comida.
La tarde del lunes también fue especial y conmovedora. Tras una larga carretera de curvas inmersa en el paraje natural de los picos de Europa, llegamos a los conocidos “Lagos de Covadonga”. Un lugar hermoso donde la naturaleza muestra su grandiosa belleza, un lugar donde disfrutar de la creación de Dios entre los dos grandes lagos del Enol y Ercina. Bastantes rutas se abrían paso para poder palpar los verdes prados, poder ver las montañas nevadas y poder sentir el aire fresco rodeado de unas grandes e impresionantes vistas desde una gran altura. Allí la comunidad del Seminario buscamos un sitio para rezar y dar gracias a Dios con la oración de las Visperas. Al volver de los Lagos de Covadonga paramos en Cangas de Onís, el municipio al que pertenece el Santuario de Covadonga. Lo más importante de este municipio es que alberga el llamado y conocido puente romano situado en el Río Sella de construcción medieval. Este arco declarado como Monumento Histórico Artístico contiene la Cruz de la Victoria que es el símbolo de la bandera del Principado de Asturias. Al llegar de nuevo a Langre todos los compañeros y formadores quisimos celebrar el cumpleaños de Fran regalándole una tarta.
El día de Andalucía, el 28 de Febrero, nuestro viaje de comunidad llegaba a su final. Por la mañana tras el desayuno y después de recoger la casa rural partíamos para Jaén. Al llegar al Seminario le dábamos gracias al Señor por estos días de comunidad con la Eucaristía. Gracias por haber tenido la suerte de viajar y conocer grandes paisajes y cultura de nuestro país.
Seminario diocesano de Jaén
