En la tarde del domingo, día 13 de noviembre, y en el marco de la VI Jornada Mundial de los Pobres, celebramos una Eucaristía con este fin, en nuestra iglesia conventual.
Presidió la Eucaristía D. Ángel Sánchez, al que acompañó, como diácono, D. Andrés Borrego.
En la homilía, con su estilo sencillo y cercano, valiéndose de ejemplos, insistió en que la Jornada Mundial de los pobres tiene que ser un aldabonazo que nos mueva a todos hacia los que nos necesitan, dándonos la oportunidad de volver a recobrar la frescura del Evangelio.
La Eucaristía, convocada por nuestra comunidad trinitaria, contó con la participación de algunos de los hermanos que frecuentan diariamente el comedor, con miembros de la Cofradía de la Inmaculada, Comunidad Parroquial Vicenciana, miembros de Cáritas y amigos de la comunidad, que recogiendo la invitación del Papa Francisco han querido compartir lo poco que tenemos con quienes no tienen nada, para que ninguno sufra.
En la acción de gracias expresamos que desde esta casa de oración, silencio y trabajo, donde se comparte la comida con los hermanos que la necesitan, damos las gracias a estos hermanos, en su día de fiesta, por sus detalles para con la comunidad. Son disponibles, generosos y cercanos. Son gestos que nos enorgullecen a todos. Son pobres de bienes materiales, pero con ellos formamos una Trinidad perfecta, en palabras de nuestro Reformador, San Juan Bautista de la Concepción:
“Dios, el pobre de bienes temporales y yo, pobre de los espirituales, para que seamos unos con una unidad y unión perfecta”.
Damos gracias por esta Eucaristía donde Cristo ha sido nuestra comida.
Monjas Trinitarias de Andújar
