El pasado sábado, 19 de enero, el Seminario Diocesano acogía un encuentro con los responsables de movimientos familiares.
La jornada comenzaba a las 10.30 horas con una oración. A continuación el Delegado de Familia y Vida, D. Francisco de la Torre, hizo una breve presentación del encuentro. «El encuentro que tenemos hoy es el quinto que llevamos celebrado desde que yo llegué a la Delegación. Desde hace tres años hemos querido coincidir este encuentro con que nos reuníamos con los responsables de los movimientos de la pastoral familiar, con una charla de formación que enriqueciera el encuentro».
«Nuestros Obispos en el último documento «La verdad del amor humano», nos dicen: Las ayudas que se deben prestar a las familias son múltiples e importantes desde los ámbitos más variados: psicológico, médico, jurídico, moral, económico, etc. Para una acción eficaz en este campo se ha de contar con servicios específicos entre los cuales se destacan: Centros de Orientación Familiar, los Centros de formación en los métodos naturales de conocimiento de la fertilidad, los Institutos de ciencias y estudios sobre el matrimonio y la familia, y de bioética, etc. Con esta finalidad se promoverá –principalmente en el ámbito diocesano— la creación de estos organismos que, con la competencia necesaria y una clara inspiración cristiana, estén en disposición de ayudar con su asesoramiento para la prevención y solución de los problemas planteados en la pastoral familiar», continuaba el Delegado.
A continuación, se iniciaba la presentación del «Proyecto Raquel», a cargo de Dña. María José Mansilla, presidenta Speimater, asociación católica pro-vida y coordinadora de «Proyecto Raquel» en España; y del sacerdote Jesús Chavarría Ibáñez, director espiritual de Speimater.
En primer lugar, Dña. María José Mansilla explicó qué es Speimater. «Speimater no es una asociación no es una asociación pro-vida más. ¿En qué sentido? En que es una asociación pública de fieles, es una asociación de la Iglesia. Por tanto, el Proyecto Raquel es un proyecto de Iglesia que sólo se puede llevar en las diócesis. Es un proyecto que pertenece a la Iglesia y es la tarea de la propia Iglesia. ¿Y cuál es la tarea de la Iglesia, principalmente? Pues una tarea evangelizadora.
Por su parte el sacerdote Jesús Chavarría expuso cómo se fundamenta bíblicamente el «Proyecto Raquel» y cuál es el espíritu y la raíz de la que brota dicho proyecto.
«La Iglesia, el pueblo de la vida anuncia y promueve el verdadero amor humano y el bien de la vida. Unos dones que recibidos de Dios son llevados a su plenitud en Cristo Jesús. La vida está en la entraña de la Iglesia. Por tanto, no podemos negar la vida, y no solamente una vida natural. ¿De qué sirve darle a alguien solamente la vida natural si no le damos la vida eterna? Porque anunciar ese Evangelio está en el centro de la misión que el Señor nos ha confiado. Quien hace la pastoral no soy yo, es Cristo que vive en mí. Tenemos que ofrecer a este mundo nuestro, nuevos signos de esperanza, justicia y que se afiance una nueva cultura de la vida humana. La civilización de la verdad y del amor», insistía.
Finalmente, la presidenta de Spaimater profundizaba en el «Proyecto Raquel». «El Proyecto fue fundado en 1984 por Victoria Thorn en Milwaukee, hoy día programas del Proyecto Raquel se encuentran en 140 diócesis en EE.UU. además de en otros países. Es una organización diocesana compuesta por una red de sacerdotes, psicólogos y psiquiatras y consejeros especialmente formados para ofrecer una atención individualizada a las mujeres después de un aborto».
«Basado en el Sacramento de la Reconciliación, el Proyecto Raquel es un esfuerzo integral que combina lo espiritual y lo psicológico», incidía.
Asimismo, Mansilla ahondó en el síndrome post-aborto, así como en los diversos pasos para la sanación.
Finalmente, tras un coloquio, la Delegación se reunía para planificar el próximo año y ver las posibles acciones en común.
Más información del «Proyecto Raquel» en www.proyecto-raquel.com