El pasado domingo, 19 de febrero, el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, presidió la Eucaristía en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de la Guardia de Jaén. El motivo que congregó a la comunidad cristiana y a su Obispo fue la inauguración de la pintura mural de la Asunción de la Virgen María a los cielos, fresco que preside el altar mayor.
Antes de comenzar la Santa Misa se vivieron uno de los momentos más significativos, cuando, mientras fuera repicaban las campanas, dentro del Templo se descubrió la pintura mural de La Asunción que recupera todo su esplendor.
En la celebración, en la que participó gran parte de la comunidad parroquial de La Guardia, así como el alcalde y otras autoridades civiles, estuvo concelebrada por el párroco, D. Juan Pedro Moya; el hijo del pueblo, D. Antonio José Morillo y el secretario particular de Don Sebastián, D. Francisco Javier Cova.
Homilía
En su homilía, el Obispo resaltó que: “Hoy es un gran día para esta parroquia de la Guardia. Inauguramos la restauración de una obra de arte que se encontraba en muy mal estado y que es una joya para vuestro hermoso pueblo. Es motivo de agradecimiento por la colaboración de todos los que han aportado, de una manera u otra, para ver finalizado este proyecto”.
De igual manera, Don Sebastián hizo referencia a las tantas generaciones que habían vivido su fe entre los muros de este Templo, para después dar la enhorabuena por esta intervención, que será un legado para generaciones venideras: “Enhorabuena por esta restauración, pero este acto de inauguración es un deseo de que nuestra vida y nuestro corazón sean un retablo para nuestra Madre, la Virgen María, donde la acojamos y nos dejemos para que nos proteja, nos guarde y nos lleve de la mano hasta el encuentro definitivo con su Hijo, Jesucristo, el Señor”.
Para finalizar su exhortación, quiso encomendar a la Asunción de la Virgen a todo el pueblo de La Guardia: “Queridos hermanos, felicidades por esta magnífica restauración donde contemplamos a la Virgen María, Ntra. Sra. de la Asunción. A Ella le pido que proteja a todo vuestro pueblo, a vuestras familias, a vuestros ancianos, a los más necesitados, especialmente a los enfermos. Que Ella nos ayude a ser verdaderos y auténticos discípulos misioneros de su Hijo, nuestro Señor”.
La pintura data de 1939, cuando, después de la Guerra Civil, el joven Manuel Serrano Cuesta, pintor prodigio de Esacañuela, pintó el mural de Nuestra Señora de la Asunción en el lugar que antes ocupaba un retablo. El paso del tiempo con sus humedades, desgastes y repintes han hecho que la obra se encontrase en muy mal estado de conservación. La Parroquia con el Ayuntamiento, en convenio de colaboración por amabas instituciones, han hecho posible la restauración de la pintura mural. Con esta restauración de la Asunción de la Virgen María a los cielos, “hemos hecho un bien a la historia de nuestro pueblo y de nuestra parroquia, hemos hecho un serio compromiso de mantener el legado cultural y patrimonial que nos fue encomendado. Pero esto va mucho más allá de una restauración patrimonial y culturar, pues se ha intervenido en un bien que es espiritual. La ventana que ha quedado abierta en el altar, pue así lo evoca la pintura, rompe la robustez de los muros para ver la inmensidad de un cielo nuevo y una tierra nueva, en la que María se convierte, para el pueblo de la Guardia, en camino de esperanza, en sostén de la fe e impulso en la caridad. Por eso, los hijos de este pueblo, no contemplan solo la belleza de una obra restaurada, sino que contemplan la grandeza de la vocación a la que somos llamados”, explicó el párroco, D. Juan Pedro Moya Haro en el acción de gracias de la celebración eucarística.
“Como párroco de esta localidad”- afirmó- “doy gracias por la presencia alentadora, en la celebración, de nuestro Obispo, Don Sebastián Chico. Doy las gracias al Ayuntamiento de la Guardia, con su alcalde Juan Morillo al frente, por financiar la restauración de la pintura; a los restauradores, José Luis Navío, Olga, Carmen, Ana y Pilar y gracias, con mayúsculas, al pueblo de la Guardia por su trabajo, dedicación, generosidad y entrega por su parroquia y por la labor evangelizadora que, en el nombre del Señor, desarrolla”.