Como viene siendo ya tradición, desde la comunidad parroquial de la Asunción de Nuestra Señora de Villargordo hemos vuelto a motivar el envío de una caja de aceite a una veintena monasterios de nuestra Diócesis y a algunos de otras diócesis que han tenido algún tipo de relación con nuestra comunidad, en solidaridad con su labor silenciosa y anónima de oración y contemplación. Es la respuesta de una comunidad trabajadora, sencilla y agradecida a unas personas que han decidido consagrar su vida a la oración por los demás. No es todo lo que nos gustaría, pero sí es una solidaridad sincera y de corazón.
Junto a la caja se envía una carta de nuestro párroco, D. Germán García Aguilera, mentor e impulsor de la idea, en la que se les da las gracias y se expresa que son un auténtico regalo para la Iglesia. Asimismo, se les pide que sigan rezando por nosotros y por la Iglesia en general, porque no saben el bien que nos hacen con sus oraciones.
Esta acción es posible gracias a la generosidad de muchos fieles, personas sencillas, pero, también, a la colaboración de las Cooperativas locales, Cristo de la Salud y San Juan, que cada año se vuelcan y a las que les agradecemos su buena disposición.
Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Villargordo