La Iglesia de Jaén vive con júbilo la misericordia de Cristo

Diócesis de Jaén
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La diócesis de Jaén es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

Miles de fieles de la ciudad de Jaén se echaron a la calle, el pasado sábado, 9 de abril, para vivir con alegría el Jubileo de la Misericordia. Familias, grupos parroquiales y religiosos cofradías, catequistas… en definitiva, la Iglesia viva de Jaén, se dio cita en la Plaza de Santa María para participar en este acontecimiento, en el que la Misericordia del Señor se derramó en todas las almas congregadas.

Una jornada intensa, que se inició a las 6 de la tarde, en las tres parroquias elegidas como punto de encuentro para que se dieran cita las distintas comunidades parroquiales de la ciudad, y más tarde se iniciara la peregrinación hasta la Plaza de Santa María: San Bartolomé, La Merced y San Ildefonso. Las personas congregadas, junto a sus párrocos y sacerdotes, tuvieron una meditación sobre la Parábola del «Hijo Pródigo», y lo que supone esa acogida del Padre. A continuación, las parroquias partieron, en peregrinación hacia la Catedral, en un ambiente muy festivo, y portando pancartas y globos de colores.

De la Iglesia de la Merced salieron las parroquias de Nª Sª Merced, San Miguel, San Pedro Pascual, Santa Cruz, Santa Isabel, Santiago Apóstol y Sta. María Madre Iglesia, con globos de color rojo, como signo de la encarnación y del amor de Cristo, y portando la pancarta con el mensaje: «Jesús, Rostro de la Misericordia».

De la Iglesia de San Bartolomé, las parroquias San Bartolomé, San Juan y San Pedro y Sta. Mª. Magdalena portaron la pancarta «Iglesia, Rostro de Jesús Resucitado». Junto con globos de colore verde como signo del compromiso de la Iglesia con la humanidad a la que ha sido enviada a servir.

Por último, la Iglesia de San Ildefonso, lugar de acogida de las parroquias de Belén y San Roque, Cristo Rey, El Salvador, San Eufrasio, San Felix Valois, San Ildefonso, San Juan Bosco, San Juan de la Cruz, San Juan Pablo II, San Pedro Poveda y Sta. María del Valle, iniciaron su peregrinar con la pancarta «María, Madre de Misericordia», con globos de color azul como signo de la vida en el Espíritu a la que estamos llamados.

La plaza de Santa María se convirtió en una autentica fiesta a la llegada de los tres grupos. Allí, y antes de cruzar la Puerta del Perdón, se desarrollaron distintas actividades relacionadas con la Misericorida: Flashmob de la Misericordia, hapenning, testimonios, comunicado de la Misericordia, suelta de globos

Poco antes de la 8 de la tarde, y presididos por el Sr, Obispo, D. Ramón del Hoyo, los miles de peregrinos congregados cruzaron la Puerta Santa de la Catedral de Jaén, para celebrar la alegría de haber sido acogidos por el Padre y de saberse capaces de acoger a los demás.

La Eucaristía, muy participativa, y que contó con las voces de EscuchArte, acogió alrededor de 2.000 personas.

El Obispo, en su homilía incidió en la idea de que «Este Año Jubilar debe ayudarnos a salir de nosotros y de nuestros fáciles refugios personales, para encontrarnos con tantos hermanos malheridos a lo largo y ancho de los caminos de la vida, que necesitan el amor compasivo y comprensivo de samaritanos que nos acerquemos para curar sus heridas de cuerpo y de alma con amor y ternura. En realidad somos nosotros quienes debemos acercarnos a ellos con obras de misericordia, abrirnos a sus necesidades espirituales y corporales, ofrecerles el bálsamo del perdón y nuestra ayuda generosa y gratuita llena de amor».

La colecta que se recogió fue destinada a las Cáritas Parroquiales, que en la ciudad ayudan a tantas familias que no pueden hacer frente a lo más necesario para vivir.

La Eucaristía concluyó con la lectura de un manifiesto, en el que la Iglesia de Jaén se comprometía: «A procurar que nuestras Parroquias estén aún más cerca de la gente, a fin de que puedan ser «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas» (Juan Pablo II)» y «A fomentar la comunión y la participación en nuestras comunidades parroquiales, potenciando la escucha de la Palabra, los procesos de crecimiento de la vida cristiana, el diálogo, el anuncio, la caridad generosa, la adoración y la celebración de la fe.»

 

MANIFIESTO DE LAS PARROQUIAS DE JAEN EN EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA

Los fieles cristianos de las parroquias de Jaén, que estamos viviendo la gracia del Jubileo, queremos publicar, como fruto de nuestra vivencia, este MANIFIESTO, con el que queremos expresar, según las recomendaciones dadas por el Santo Padre Francisco, el modo concreto en que nos comprometemos a secundar la invitación del Papa a hacer de nuestras parroquias un «oasis» donde apreciar, experimentar y trasmitir el amor misericordioso de Dios.

MANIFESTAMOS nuestra intención de llevar a cabo este sueño del Santo Padre Francisco:

«¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios!» (MV 5)

MANIFESTAMOS igualmente la necesidad de la conversión pastoral y misionera que está también urgiendo nuestro Papa: «Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual, más que para la autopreservación» (EG 27).

Por eso, con motivo de la celebración del Jubileo de todas las Parroquias de nuestra ciudad,

NOS COMPROMETEMOS:

– A procurar que nuestras Parroquias estén aún más cerca de la gente, a fin de que puedan ser «la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas» (Juan Pablo II)

– A fomentar la comunión y la participación en nuestras comunidades parroquiales, potenciando la escucha de la Palabra, los procesos de crecimiento de la vida cristiana, el diálogo, el anuncio, la caridad generosa, la adoración y la celebración de la fe.

– A pasar «de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera» (EG 15), especialmente animando y formando a nuestros laicos para que sean agentes de evangelización.

A la Virgen de la Capilla, Madre de la misericordia y Estrella de la nueva evangelización, le suplicamos la intercesión ante su Hijo Jesucristo, rostro de la misericordia del Padre.

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