El pasado viernes 25 de enero, fiesta de la Conversión de San Pablo, por la tarde recogía el testigo de la Misión Diocesana la Parroquia de La Encarnación de Mancha Real, con la llegada de la Cruz de la Misión a esta entrañable y joven comunidad.
Los actos comenzaron a las 5 de la tarde, donde un nutrido grupo de fieles se daban cita en el Templo parroquial de La Encarnación para salir en peregrinación hacia la Parroquia de San Juan Evangelista, desde donde se celebró un Vialucis Interparroquial que terminó en la Parroquia de La Encarnación.
Fue a mitad del Vialucis donde se produjo la entrega de la Cruz a la Parroquia de La Encarnación por parte de la otra Parroquia de la localidad, San Juan Evangelista. Fueron los adolescentes del grupo Kairós 1 los encargados de recibir la Cruz en representación de toda la Comunidad.
Tras la llegada de la Cruz de la Misión a La Encarnación el primer acto que se tuvo fue una breve pero emotiva celebración con los niños y niñas a cuyo término se pudo venerar la Cruz.
A continuación se dejó un tiempo de silencio y oración personal que culminó con el inicio de la Celebración de la Eucaristía a las 19:30 horas.
A las 20:30 horas se celebró una Vigilia de Oración con Exposición del Santísimo en la que hubo una numerosa participación de fieles. La mañana del día 26 tocaba despedirse de la Cruz y entregarla a la Comunidad de Santo Domingo de Guzmán de Torres.
A las 9:30 de la mañana un grupo de fieles se daban cita en el Templo parroquial para rezar Laudes y venerar por última vez la Cruz. Eran las 10:15 cuando una representación de la parroquia partía hacia Torres donde disfrutamos de un emotivo encuentro y entregamos la Cruz al nutrido grupo de fieles de la Parroquia de Santo Domingo de Guzmán que con alegría y entusiasmo nos esperaban a la entrada de la localidad.
