El pasado mes de noviembre se celebraron en la parroquia de Santiago Apóstol de nuestra capital las Jornadas de la Familia que este año cumplían su cuarta edición, con una gran respuesta de asistentes y suscitando un gran interés por los temas tratados tanto en la jornada del día 20 como en la del día 27 del citado mes.
Jornadas que tras la clausura del Sínodo de los Obispos sobre la vocación y misión de la familia en mundo actual y la reforma del Papa Francisco sobre los procesos de nulidad matrimonial adquirían una inusitada actualidad. Y que suscitaron unos amplios y enriquecedores debates en los turnos de preguntas, denotando un gran interés por los temas tratados.
La jornada del día 20 estuvo centrada en la renovación del Papa Francisco para la nulidad matrimonial, en ella Doña Juana Dolores Serrano, abogada rotal y Lola Vacas notaria del Tribunal de Jaén estuvieron exponiendo pormenorizadamente el trabajo desarrollado en un tribunal eclesiástico y cuáles son las causas más frecuentes de nulidad matrimonial; así como desenmascarando tópicos sobre los mismos que pueden circular en la opinión pública. D. Andrés Segura, Defensor del Vínculo de nuestro Tribunal, se centró en explicar la nueva reforma de los procesos de nulidad que entrará en vigor el próximo 8 de diciembre. Reforma que según sus palabras: «agiliza, simplifica, abarata y potencia la dimensión pastoral del proceso canónico de nulidad matrimonial».
En la jornada del día 27, el tema tratado fue Vivir la espiritualidad matrimonial a través de los movimientos eclesiales, en la misma intervinieron representantes de algunos movimientos familiares como fueron: Equipos de Nuestra Señora, Encuentros Matrimoniales, Familias Nuevas (focolares) y ACIT (Institución Teresiana). Ellos presentaron en qué consistía y cuáles eran las peculiaridades de cada movimiento, y pudimos ver la riqueza del espíritu en nuestra Iglesia, como suscita tan ricas formas de vivir el Evangelio en la familia, y como al mismo tiempo intervienen en la vida y la evangelización de la Iglesia estos movimientos. Y como las familias sostienen y garantizan el estado del bienestar en nuestra sociedad, y son la mejor escuela y ámbito privilegiado para vivir la misericordia a la que nos invita el Papa en el próximo Jubileo.