Bajo el lema “Sociedad E Iglesia Actual. Respuestas Laicales Y Perspectivas De Futuro”, se celebraron, los pasados días 28 y 29 de octubre de 2017, en Madrid, las XXXVIII Jornadas de Delegados Diocesanos y Presidentes Nacionales de Apostolado Seglar.
A la misma han asistido el Vicario de Evangelización de la Diócesis de Jaén, D. Juan Ignacio Damas y la Delegada y Secretario de Apostolado Seglar, M Carmen Estrella y José María Liébana Linde, respectivamente.
Los objetivos de la jornada han sido analizar y reflexionar sobre la sociedad y la Iglesia actuales, con la mayor objetividad posible y descubrir la necesidad de un laicado, considerando sus debilidades y fortalezas, en el corazón del mundo. Abrir un proceso serio que lleve al laicado y al episcopado, a planificar qué es lo más necesario, importante y urgente para evangelizar con realismo y esperanza.
La apertura de las Jornadas corrió a cago de Monseñor Javier Salinas Viñals, Obispo Auxiliar de Valencia y Presidente de la CEAS, quien destacaba las grandes dificultades por las que atraviesa el mundo que vivimos y haciendo un llamamiento a la esperanza cristiana: …mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis?…( Is. 43, 16-21).
Tuvo lugar la despedida del hasta ahora Director del Secretario de la CEAS, D. Antonio Cartagena Ruiz, dando las gracias por todos los años que ha estado colaborando en esta institución. En su intervención recalcaba la importancia de ser Iglesia para los pobres, la coherencia de vida, el testimonio y el compromiso.
Toma el relevo en esta misión D. Luis Manuel Romero, de la Diócesis de Mérida-Badajoz. En sus palabras manifestaba la ilusión y humildad con la que afronta esta nueva etapa. Pidió ayuda a todos los laicos para remar todos en la misma dirección.
Hubo una única ponencia, que él calificaba como reflexión personal: “Sociedad e Iglesia actual. Respuestas laicales y Perspectivas de futuro” que corrió a cargo de D. Juan Mª Laboa Gallego, Doctor en Historia de la Iglesia.
…Siendo el cristianismo una religión con gran influjo en los espíritus y el la cultura de Occidente, urge reflexionar sobre su progresiva e imparable transformación en una religión preponderante y autoritaria, sobre los elementos de su institucionalización y, también sobre los fermentos de descomposición, los motivos de su decadencia y las posibilidades de recuperación…”
Tras hacer un recorrido por la historia de la Iglesia, el profesor aterrizaba en la situación actual, calificada como inédita, un cambio social que nos ha cogido desprevenidos, una ruptura de la Iglesia con la cultura dominante. No obstante, estamos ante un reto apasionante, tenemos que aprender a ser minoría, a ser testigos en periferia. La Iglesia debe distinguir continuamente lo esencial de lo accesorio. Lo esencial es el Evangelio. Vivimos tiempos fuertes para el Evangelio, tenemos que huir de interpretaciones caducas. Se están desmoronando muchas estructuras que hoy son caducas: El Evangelio no es caduco.
Lo importante es dar razón de nuestra fe. Una Iglesia que no da razón de su fe no tiene futuro. Es necesario amar a todos, pero hay que catequizar de otra forma: no se puede evangelizar a un hombre concreto, abstracto, sino al hombre de hoy.
Resaltaba la necesidad de no dar tanta importancia a los números. «Lo importante son las personas, los frutos que sacamos de los actos que programamos; no tener miedo a ser pocos, a estar en la periferia».
Igualmente, Laboa Gallego hizo hincapié en la necesidad de vivir el cristianismo en pequeñas comunidades de fe, tampoco se puede vivir en grupos que no tienen sentido eclesial, «hay que apoyar a las personas que tienen sentido de Iglesia, que no es una comunidad perfecta, sino una comunidad deleble, al servicio del Evangelio».
«Es urgente renacer de nuevo, a partir de los cristianos de a pié, en ellos se encuentran los signos de los tiempos. La situación actual nos exige una forma distinta de anunciar el Evangelio, de forma sencilla. La medicina de la misericordia es la brújula necesaria para nuestros tiempos. Es necesario enseñar a los jóvenes cómo trabajar y actuar en medio del mundo, esta tarea debe volver a los laicos cristianos», apostillaba.
Terminaba animando a los laicos a tomar su posición dentro de la Iglesia. Es el tiempo de los laicos.
En la tarde del sábado se presentaron experiencias de distintas delegaciones diocesanas que mostraron la formación que reciben y los compromisos que adquieren, sobre todo, en la sociedad, finalizando por un trabajo por grupos en el que se pusieron en común aquellas cuestiones que se presentarán en la Asamblea Plenaria de Obispos de abril de 2018, cuyo tema principal será el laicado y su testimonio evangelizador en la nueva situación.
Tras el plenario celebrado el domingo día 29 de octubre, al que se presentaron todas las propuestas debatidas en los distintos grupos de trabajo, se clausuraron las jornadas con la celebración de la Eucaristía.
M Carmen Estrella
Delegada diocesana de Apostolado Seglar