La Pastoral Penitenciaria de la Diócesis ha organizado una jornada de convivencia con las comunidades parroquiales de Mancha Real: San Juan Evangelista y La Encarnación.
Los internos, que venían acompañados por voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis, fueron acogidos por los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de la Parroquia de la Encarnación, por el párroco, D. Miguel Lendínez así como por los voluntarios de Cáritas de las dos parroquias mancherrealeñas.
A su llegada, se les ofreció un desayuno en la Cooperativa de San Francisco, para a continuación, ser recibidos por el párroco de San Juan Evangelista, D. Mariano Cabeza, quien les explicó la historia, arquitectura e imaginería de este templo parroquial. A continuación, se compartió una sencilla oración de Acción de Gracias al Señor.
Continuó la jornada con la visita de la villa: a la iglesia de San Marcos; a la ermita de la patrona de Mancha Real, La Inmaculada Concepción, también visitaron otros lugares emblemáticos de la localidad.
A mediodía se sirvió el almuerzo en la Cooperativa San Francisco, donde se compartió, no sólo la mesa, sino que a la hora del café, se abrieron los corazones de los internos de la prisión provincial para compartir, con los voluntarios sus testimonios de vida, su experiencia en la cárcel, su esperanza en el futuro. Sin duda, fue uno de los momentos más emotivos de la jornada. Todo en un ambiente de verdadera fraternidad.
Hacia las cinco de la tarde, se trasladaron de nuevo a la Parroquia de la Encarnación donde se celebró la Santa Misa, presidida por uno de los capellanes de esta Pastoral, el salesiano, D. José González, y como los discípulos de Emaús, reconociendo al Señor en su Palabra y al partir el Pan.
Son ya varios los años consecutivos en que se hace este encuentro siendo de mucho provecho tanto para los propios como para los visitantes.
