
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) de Jaén ha celebrado en la tarde de este martes una vigilia por el Trabajo Decente en la Plaza de Santa María, frente a la Catedral, con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
Bajo el lema “Trabajo decente, derecho, no privilegio”, la convocatoria reunió a numerosas personas, movimientos eclesiales y entidades sociales para reivindicar el trabajo digno como derecho humano fundamental y denunciar las situaciones de precariedad que siguen afectando especialmente a mujeres, jóvenes y personas migrantes.
La celebración, presidida por el consiliario de la Pastoral del Trabajo, Pedro Montesinos y el consiliario de la pastoral gitana, Ángel Sánchez, incluyó momentos de oración, lectura del Evangelio, cantos comunitarios y la lectura del manifiesto de la ITD, realizada por el director de Cáritas diocesana, Rafael Ramos, que subrayó que “un trabajo digno construye una sociedad más justa, fraterna y humana”.
La fuerza del testimonio obrero
Uno de los momentos más significativos de la vigilia fue el testimonio de Diego David Clavijo, bombero forestal del Plan INFOCA desde hace seis años, quien, con profunda convicción obrera y militante, compartió la realidad de quienes arriesgan su vida cada verano para proteger los montes andaluces.
“Venimos aquí como trabajadoras y trabajadores del Plan INFOCA, pero sobre todo como parte de la sociedad andaluza que cree en la defensa del bien común, en la justicia y en el cuidado de nuestra tierra”, comenzó Clavijo, agradeciendo a la HOAC por abrir este espacio de encuentro y compromiso social.
El bombero explicó que, pese a que el INFOCA es “el mejor dispositivo de Europa en la extinción de incendios forestales”, las condiciones laborales y materiales del personal se han deteriorado gravemente: “Este verano hemos vivido una campaña especialmente dura, no por los incendios, sino por la desorganización y las carencias. Menos personal, camiones parados por falta de dotación, almacenes vacíos, EPIs incompletos y vehículos inservibles. Se anuncian más recursos, pero no llegan donde deben llegar”. Denunció además la “estrategia peligrosa” de precarizar el servicio público para favorecer una posible privatización:” Detrás de esta gestión deficiente se esconde la idea de que con menos personal y medios se puede salir adelante, preparando así el terreno para una futura privatización. Pero lo que defendemos es un servicio público fuerte, bien gestionado y con recursos adecuados, porque está en juego la seguridad de la ciudadanía y la protección de la naturaleza.”
Con voz serena pero firme, Clavijo concluyó su intervención afirmando: “Defendemos el INFOCA porque defendemos la vida, defendemos el territorio y defendemos el bien común.” Su testimonio fue acogido con emoción y aplausos por parte de los asistentes, convirtiéndose en símbolo del compromiso obrero y social que inspiró toda la vigilia.
Voces migrantes: la solidaridad hecha acogida
La vigilia dio también voz al testimonio de un trabajador migrante peruano, en situación administrativa irregular, que compartió su experiencia de vulnerabilidad y gratitud hacia los militantes cristianos que lo han acompañado: “Vine buscando una vida mejor, pero sin papeles es muy difícil encontrar trabajo y un lugar donde vivir. Gracias a personas de la Iglesia que me acogieron, hoy tengo un techo y sigo intentando conseguir un empleo estable. Ellos me han mostrado el rostro de Dios que cuida y no abandona”. Sus palabras recordaron la dura realidad que viven muchas personas migrantes, cuya regularización extraordinaria sigue bloqueada pese a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada en abril de 2024. “Esa parálisis deja en la invisibilidad a miles de trabajadores y trabajadoras que contribuyen cada día al bien común”, denunciaron desde la ITD.
Trabajo decente para todas y todos
A lo largo de la vigilia se puso de relieve cómo la precariedad laboral afecta con especial dureza a mujeres, jóvenes y migrantes, impidiendo proyectos de vida estables, conciliación familiar y acceso a una vivienda digna. Los participantes recordaron las palabras del papa Francisco: “El trabajo no es solo un medio de subsistencia; es una expresión de la dignidad humana y un camino para la transformación del mundo.”
Un gesto colectivo por el compromiso y una llamada del corazón
Como gesto simbólico y comunitario, los asistentes se “pringaron por el trabajo decente” colocándose pegatinas con manos de colores y el lema “Trabajo decente, derecho, no privilegio”. Gesto, que más que una simple acción visual recordaba que, colocada la pegatina en el lado del corazón, la llamada de la iglesia se traduce en la defensa de la dignidad del trabajo y el compromiso con quienes viven las peores condiciones laborales o incluso carecen de ellas. “Sellamos así en nuestro corazón el compromiso de estar atentos, de acompañar y de hacer de nuestra vida una ofrenda al servicio de la mejora y transformación de las condiciones de vida y de trabajo, siendo fieles al mensaje de Jesús”, se expresó en el momento del gesto. La mano marcada en la pegatina simbolizó por un lado la ganas de construir, por otro la denuncia ante la injusticia y, por último, la fuerza colectiva para transformar, cuidando el trabajo y cuidando la vida.
La vigilia concluyó con la lectura del manifiesto de la ITD y el canto final “Id y enseñad”, como envío a seguir construyendo y organizando la esperanza desde el compromiso social, sindical y cristiano.
Iglesia por el Trabajo Decente Jaén
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