Con el Obispo de Jaén, Mons. del Hoyo. El Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo, presidió el pasado miércoles por la tarde, en la Catedral de Jaén, la celebración de la Santa Misa en la que impuso la ceniza a los fieles. El Obispo, en una carta pastoral, ha recordado a los fieles que con el miércoles de ceniza «comenzamos los cristianos un tiempo privilegiado de cuarenta días de gracia. La Iglesia nos invita como bautizados a profundizar en la obra redentora de Cristo en nuestras vidas, a recorrer la historia de la creación y de la redención humana, obra del amor de Dios». Según D. Ramón del Hoyo, en el tiempo de cuaresma estamos invitados «con los cristianos de todo el mundo a caminar espiritualmente hacia el Calvario, meditando los misterios centrales de nuestra fe para desde la Cruz de Cristo llegar a la alegría de su Resurrección».
En este año dedicado a San Pablo, Mons. del Hoyo ha recordado a los fieles que «esta cuaresma será una buena ocasión, en medio del año paulino, para releer sus cartas, conocer su vida y el desarrollo de las primeras comunidades cristianas». El obispo explica que las trece cartas de San Pablo se escribieron para «animar y orientar a las comunidades que surgían en diversas ciudades fuera de Palestina, o a personas concretas, conocidas por su ministerio. Son todo un ejemplo de teología viva. En ellas, Cristo se convierte en referencia y motivo de esperanza para aquellos primeros cristianos y, hoy, para nosotros». Esta referencia al apóstol San Pablo marcará la cuaresma de este año 2009, que fue inaugurada el pasado miércoles con el rito de la imposición de la ceniza.
Como viene siendo habitual todos los años en Jaén, se celebró el traslado procesional de una imagen de pasión desde su sede canónica hasta la Catedral de Jaén, para la celebración litúrgica de la ceniza. Este año la imagen procesionada ha sido la de Jesús Caído, de la antigua, ilustre y real cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia, Nuestro Padre Jesús de la Caída, Santa María Magdalena y María Santísima del Mayor Dolor. Esta cofradía de la Magdalena organizó con gran recogimiento el traslado procesional hasta la Catedral, donde el obispo presidió la Eucaristía. Una vez concluida la Santa Misa retornó esta imagen de Cristo caído bajo el peso de la cruz a la parroquia de la Magdalena, celebrándose por las calles el tradicional via-crucis, organizado por la agrupación de cofradías de Jaén. El via-crucis fue presidido por el Obispo, acompañado de D. José Lomas Mayas, consiliario de la agrupación de cofradías de Jaén, D. José María Mariscal Muñoz, presidente de la agrupación, y D. José López Chica, delegado episcopal de cofradías y párroco de la Magdalena. Un nutrido grupo de fieles con cirios abrió la comitiva procesional desde la catedral hasta la iglesia de la Magdalena.