Los pasados días 22 al 24 de abril ha tenido lugar un encuentro sacerdotal, presidido por el Obispo diocesano, que una vez más ha abarcado los grupos de “clero joven e intermedio”, es decir los sacerdotes ordenados en los últimos veinte años.
En esta ocasión, el encuentro estaba programado para dos días y al celebrarse dentro del tiempo pascual, fue planteado especialmente como unos días de convivencia y fraternidad. Por otra parte, como las fechas propuestas coincidían con la festividad de San Jorge, patrón de la localidad natal de Don Amadeo, San Jorge de Alor, donde cada año él suele acudir a celebrar la fiesta junto a sus paisanos, pareció buena idea unir ambos eventos y realizar un viaje fraterno a Extremadura.
Así pues, junto al Obispo, veintidós sacerdotes entre los que estaban el Vicario General, el Vicario de Comunión y el Delegado del Clero, salimos la tarde del domingo 22 de abril desde el Seminario de Jaén hacia el de Badajoz donde cenamos y nos alojamos esa misma noche.
La mañana del lunes, en la que se unió otro sacerdote procedente de Jaén, estuvo centrada en la fiesta de San Jorge en la población de su mismo nombre, comenzando por la concelebración de la Eucaristía presidida por Don Amadeo en la iglesia parroquial, repleta de fieles, entre los que se encontraba el alcalde de Olivenza, municipio al que pertenece San Jorge. Antes de finalizar la celebración, una representante de la parroquia agradeció la presencia de su paisano y Obispo de Jaén, un año más, para celebrar la fiesta y especialmente en esta ocasión por acudir acompañado de estos sacerdotes de la Diócesis. Por nuestra parte, se hizo entrega de una litografía del Santo Rostro como signo de agradecimiento por la acogida y recuerdo de nuestra presencia en este día para que permanezca en la parroquia.
A continuación, todos participamos en la procesión de San Jorge por las calles de la localidad junto a sus devotos, hijos del pueblo. Una fiesta popular y entrañable que nos ha permitido además, conocer mejor la figura de este santo mártir, principalmente a través de la homilía que pronunció Don Amadeo.
Después de una comida típica portuguesa en un restaurante de Olivenza pudimos visitar algunos lugares de esta ciudad, que destaca por la singularidad de mucha de su arquitectura de estilo manuelino portugués. Las parroquias de Santa María del Castillo y Santa María Magdalena y la iglesia de la Misericordia dieron muestra de su belleza arquitectónica y ornamental para que pudiéramos disfrutar de la visita. Especialmente emotiva fue también la visita al centro parroquial de Olivenza en el que se encuentra, hoy como oratorio, la cocina en la que se produjo en 1949 el famoso “milagro del arroz”, multiplicación inexplicable atribuida a la intercesión del que por ese hecho sería canonizado,el religioso dominico San Juan Macías.
Más tarde, a la llegada a Badajoz fuimos recibidos por el Sr. Arzobispo, Mons. Celso Morga en las instalaciones del arzobispado y visitamos la Catedral de San Juan Bautista.
A la mañana siguiente, tras la celebración de la Eucaristía en el seminario de Badajoz junto a los superiores y seminaristas mayores, nos dirigimos hacia la ciudad de Mérida donde nos acogieron sus párrocos y el delegado de patrimonio de la Archidiócesis, que hizo de guía durante toda la jornada. Allí pudimos visitar la basílica de Santa Eulalia y los interesantes restos arqueológicos encontrados bajo la misma, más tarde algunos lugares de la ciudad entre los que destacar los restos romanos del teatro, anfiteatro y el interesante museo de arte romano para finalizar en la Concatedral de Santa María.
Tras la comida en Mérida, emprendimos el viaje de regreso.
Destacamos y agradecemos la magnífica acogida que nos han dispensado en los lugares que hemos visitado. Desde el seminario diocesano, los guías que nos han acompañado y el trato de fraternidad dado por parte del Sr. Arzobispo y los sacerdotes de la diócesis pacense. Y resaltamos además el buen clima de convivencia entre todos los participantes y el Obispo que ha disfrutado y se ha sentido feliz de poder completar este viaje fraterno junto a sacerdotes giennenses a los lugares que lo vieron nacer y crecer en la fe, y en su vocación y ministerio sacerdotal.
Juan Ramón Gómez López
Delegado Episcopal para el clero.