El Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López, presidía, el pasado miércoles, 13 de febrero, en la S. I. Catedral de Jaén, la Misa del Miércoles de Ceniza, con la que daba comienzo la Cuaresma y en la que se procedió a la bendición e imposición de la ceniza.
A las 17 horas la venerada imagen de Jesús de la Pasión Despojado de sus Vestiduras salía de su sede canónica de la Parroquia de El Salvador, hacia el primer templo diocesano.
Así, a las 20 horas comenzaba la Solemne Celebración presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por una decena de sacerdotes diocesanos.
Igualmente, estuvieron presentes las autoridades civiles y militares, la Junta directiva de la Agrupación de Cofradías de Jaén, así como diversos miembros de las distintas cofradías y hermandades de la ciudad, y multitud de fieles.
Durante su homilía el Sr. Obispo hizo hincapié en la importancia de la Cuaresma y las motivaciones especiales de este año. «El miércoles de Ceniza es la puerta que nos introduce en la Cuaresma. La reciente renuncia de Su Santidad, como Pastor universal de la Santa Iglesia, y el próximo Cónclave para la elección de su sucesor, así como las celebraciones del Año de la Fe, serán motivaciones muy especiales para el recorrido cuaresmal de este año. La Cuaresma, como sabemos, es un tiempo cargado de historia. No podemos permitir los cristianos que se vacíe de contenidos: Tienen mucho que decir en ello también las Cofradías, Hermandades y grupos parroquiales de Pasión. Como compromiso especial en este año, tenemos la propuesta del Papa de hacer crecer y enraizar cada vez más en nosotros, la fe en Jesucristo para vivirla con coherencia y sin miedo ante los demás».
«Marquemos nuestro programa personal de conversión. Vivamos esta cercanía a Jesucristo con la comunidad cristiana en las celebraciones litúrgicas y sacramentos. Acerquémonos con plena confianza a Cristo en su perdón y alimento eucarístico. Rompamos nuestros egoísmos mediante la caridad cristiana. El Vía Crucis que seguirá a esta celebración, presidido por la imagen de Jesús Despojado de la Cofradía de la Amargura, con sede canónica en la Parroquia del Salvador, nos ayude a la conversión personal que iniciamos hoy camino de la gran Fiesta cristiana de la Pascua. Que nuestra Madre del Cielo nos acompañe en este itinerario hacia un nuevo y renovado encuentro con su Hijo. Amén», finalizaba Monseñor del Hoyo.
La eucaristía finalizaba con la bendición del Sr. Obispo con la imagen del Santo Rostro.
Posteriormente, a las 21 horas, la imagen de Jesús de la Pasión Despojado de sus Vestiduras presidía el solemne Via Crucis por las calles de la ciudad.
