El pasado miércoles, 7 de septiembre, tuvo lugar el acto de apertura del nuevo curso pastoral en la curia diocesana.
El Sr. Obispo de Jaén, D. Amadeo Rodríguez Magro, presidía la Eucaristía que tuvo lugar en la Capilla Mayor del Seminario Diocesano, a las 13 horas.
La ceremonia estuvo concelebrada, además, por el Sr. Vicario General, D. Francisco Juan Martínez Rojas; y el Sr. Vicario de Pastoral, D. Francisco Rosales.
Asistieron, igualmente, los Vicarios, los Delegados y Subdelegados Episcopales, los Directores de los Secretariados Diocesanos, así como los miembros de la Curia diocesana.
“En el camino de nuestra acción, de nuestra tarea y de nuestro ministerio, el Espíritu Santo nos irá diciendo poco a poco lo que tenemos que hacer. Porque en Él hemos de confiar. En la misión que tengamos que realizar tendremos que ser, además, siempre activos y creativos y estar al servicio de esta misión y de esta tarea concreta. Pero, sin olvidar nunca quien es la fuente de nuestra inspiración, que es el Espíritu Santo, que nos sitúa en Cristo”, afirmaba el Sr. Obispo durante su homilía.
Asimismo, D. Amadeo quiso hacer hincapié en la importancia de la unidad. “La unidad, que tiene que ser enriquecida por el Espíritu, tiene que ser, también, una unidad, evidentemente, enriquecida entre el Obispo y la Curia. Una comunión interna, una comunión afectiva y también una comunión efectiva”.
“Estamos al servicio del pueblo de Dios, estamos al servicio de la misión de la Iglesia diocesana y estamos al servicio, en concreto, de nuestras comunidades cristianas. Un servicio, además, que realizamos según la organización concreta que tiene la propia Iglesia diocesana, al servicio de nuestros arciprestazgos, al servicio de nuestras parroquias. Esa interconexión se tiene que realizar muy en profundidad, también afectivamente. Todo aquel que viene a nosotros, venga de donde venga, pida lo que pida, traiga lo que traiga, sea más agradable o menos agradable… tiene que ser bien atendido. Siempre tiene que ser bien atendido. La curia diocesana hemos de practicar la acogida”, continuaba.
Tras la celebración se ofrecía un aperitivo fraternal.
