Durante los primeros días de diciembre hasta la festividad de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, la comunidad del Seminario hemos tenido varios actos en honor a nuestra titular. El día 29 de Noviembre comenzábamos la novena a la Inmaculada, que la realizábamos en la Capilla Mayor del Seminario por la noche.
El viernes 4 de Diciembre, acogíamos en la Capilla Mayor del Seminario la Oración Vocacional de este mes, que a la vez fue la Vigilia de Oración por nuestro compañero Juan Antonio, que iba a recibir la Ordenación Diaconal al día siguiente en la Catedral. A la oración asistieron un numeroso grupo de personas para rezar por nuestro hermano y pedir al Señor por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Ése mismo día acogíamos también en el Seminario a los chicos que iban a participar durante el fin de semana en la Convivencia Vocacional. Unos 18 chicos procedentes de varios pueblos de la Diócesis disfrutaron unos días en nuestra casa para aprender y caminar juntos en el Señor.
Día muy especial fue el sábado 5 de diciembre en el que nuestro compañero Juan Antonio por manos del Sr. Obispo recibía la Ordenación Diaconal en la Catedral de Jaén. En una Eucaristía solemne y muy emotiva pudimos contemplar la grandeza de Dios ante nuestra pequeñez, la grandeza de la vocación cristiana, ante nuestra respuesta humilde que vamos haciendo día a día. También día intenso para los chicos de la Convivencia Vocacional que realizaron varias actividades centradas en el Año de la Misericordia.
El domingo día 6 tuvimos la Eucaristía en la Parroquia de San Pedro Pascual con los chicos que participaban en la convivencia vocacional. Ése domingo precisamente se celebraba el titular de esta parroquia. Tras la comida de este día terminaba la convivencia vocacional.
El día 7 comenzaba el día muy laborioso en el Seminario ya que montamos los belenes de nuestra comunidad para su posterior bendición. A las 12 de la mañana iniciábamos la Solemnidad de María Inmaculada con el rezo solemne del Ángelus en nuestra Capilla Mayor y el repique de campana. Por la tarde asistíamos a las Primeras Vísperas Solemnes en la Catedral, que fueron presididas por nuestro Obispo. Al final de la tarde nos fuimos a la Parroquia del Salvador de Jaén para participar en la Vigilia de la Inmaculada en la que un gran grupo de jóvenes participaron. Tras la acogida y el saludo del Sr. Obispo y el párroco comenzábamos la Vigilia con una ambientación en la que cada uno tenía un nudo hecho con cuerda en la mano. María es nuestra Madre que nos ayuda a desatar los nudos de nuestra vida, por eso a los pies de su imagen nos fuimos acercando para presentarle nuestros propios nudos. Después de esta dinámica el Sr. Obispo expuso el Santísimo Sacramento para tener un buen rato de reflexión y oración. Durante este tiempo tuvimos oportunidad de acercarnos al Sacramento de la Reconciliación y también de acercarnos a laicos para pedir que rezaran por nosotros. El culmen de la Vigilia comenzaba con la Eucaristía, también presidida por nuestro Obispo y concelebrada por varios sacerdotes de la ciudad. El Sr. Obispo con sus palabras nos animó a dar gracias a Dios por la persona de María, que para nosotros es nuestra madre y ejemplo para seguir a Cristo. Ella fue el sueño de Dios después de la caída del Paraíso para que se pudiera cumplir la salvación por medio de su Hijo querido. Al acabar la Misa pudimos disfrutar de un chocolate caliente.
El día de la Solemnidad de la Inmaculada lo comenzábamos en nuestra Capilla Mayor con el rezo de las Laudes Solemnes. A las 12 de la mañana fuimos a la Catedral para participar en la Eucaristía presidida por nuestro Obispo. Al inicio la imagen de la Inmaculada se dirigía en procesión al presbiterio para seguir la ceremonia. En este día especial para el Seminario el Sr. Obispo compartió la comida con nosotros. Por la tarde rezamos las Vísperas Solemnes en la Capilla Mayor del Seminario y a continuación se pasó a la bendición de los belenes de nuestra casa.
Quizá el momento más importante de todos estos días en honor a la Inmaculada fue la noche del día 8 de Diciembre. Iniciábamos en la Comunidad del Seminario un nuevo Rito de Consagración a María Inmaculada. A este acto asistieron algunos familiares y amigos de los seminaristas. En este rito los seminaristas que van pasando de la etapa introductoria del Seminario y también los sacerdotes que lo deseen, realizan su historia vocacional para ponerla en un arca que estará sellada a los pies de nuestra titular. Este gesto novedoso servirá de lazo de unión en nuestras vidas. Siempre nos recordará que en el corazón de María, la Madre de Dios, está nuestro recorrido vocacional y que en los momentos de dificultad siempre podamos tener a María como ejemplo y camino para llevarnos a su Hijo, Jesucristo. En este acto íntimo de nuestra comunidad que hemos comenzado este año de alguna manera es «historia» para nuestro Seminario. Ojalá esta costumbre perdure a lo largo de los años y podamos tener en María un lazo de unión en nuestras vidas como futuros sacerdotes.
Un año más la Comunidad del Seminario de Jaén hemos tenido oportunidad de honrar a nuestra Madre, María Inmaculada. Que ella, que es nuestra Madre, nos guié a todos en este camino hacia la santidad y nos lleve siempre de la mano hacia Jesús, el fruto bendito de su vientre.