En la tarde del pasado día 19 de marzo, en una repleta parroquia de La Inmaculada y San Pedro Pascual de Jaén se celebró la bendición de la imagen del Santísimo Cristo de las Aguas en su Sagrada Lanzada, segundo titular que el Grupo parroquial trae a Jaén tras la realización en 2016 de la talla de la Reina de los Ángeles. La celebración contó con la asistencia del Alcalde de la ciudad, el Presidente de la Agrupación de Cofradías, el Pregonero de la Semana Santa de este año, representaciones de las Cofradías y Grupos parroquiales de la ciudad, así como Cofradías de Granada, Martos y una amplia representación de la feligresía.
La Santa Misa estuvo presidida por el Don Sebastián Chico Martínez, Obispo de la Diócesis, y contó con la asistencia de los párrocos de esta parroquia, el Rector del Seminario diocesano, y otros sacerdotes, así como un nutrido grupo de seminaristas. El coro Keilhá amenizó con sus cantos la celebración.
Don Sebastián dirigiéndose al Grupo parroquial afirmó: “Qué dicha la vuestra por tener como ejemplo y emblema de vuestra cofradía a Cristo en la Cruz”. Y explicó que el misterio que representa esa imagen tiene un significado muy profundo y sagrado como es la misma entrega de Cristo. “La sangre y el agua que brota de su costado es, la alianza perpetua, que nos recuerda que Cristo Eucaristía permanecer con nosotros hasta el final de los tiempos”. Para continuar: “¿Qué significan “sangre” y “agua”? La sangre acarrea vida a través de nuestro cuerpo. Es el flujo de la vida. Podríamos decir que la sangre es la vida misma. El agua nos mantiene vivos, sacia nuestra sed, e, importante también, nos lava y deja limpios”.
Asimismo, el Pastor diocesano quiso culminar alentando a los cofrades a acercarse con humildad “porque el Señor resiste a los soberbios y da su gracia a los que humildes y sinceros de corazón. Venid con actitud de adoración, pequeños ante su grandeza, como mendigos de su amor. Venid a adorar a Cristo, que no es un recuerdo del pasado sino una persona viva, siempre presente entre nosotros. En medio de nosotros se encuentra Quien nos ha amado hasta dar su vida por nosotros”.
Tras su predicación el Obispo procedió a la bendición del Cristo de las Aguas, cuyos padrinos fueron el Seminario Diocesano, la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, los Colegios Marcelo Spínola y Santa María de los Apóstoles y la Comunidad de Padres Franciscanos de Martos. La imagen, realizada por el imaginero toxiriano José Miguel Tirao Carpio, tras ser descubierta, causó la admiración de los presentes y ha sido acogida de manera unánimemente favorable en nuestra ciudad, por el estudio anatómico, perfecta percepción de la muerte del Señor; constituyendo un ejemplo de unción para quien la admira y reza ante ella.
Al término de la ceremonia, firmaron en el acta de bendición los padrinos, el Obispo y el Alcalde, a la vez que se les entregaba un cuadro conmemorativo.
Ya en la sacristía, el Obispo pudo departir con los miembros del Grupo parroquial de la Lanzada, quienes, además, le hicieron entrega de algunos obsequios.
Sin duda alguna, el Jaén cristiano y cofrade vivió una jornada para la historia.
Grupo parroquial Sagrada Lanzada
