“He venido para servir a mis hermanos… para sentir el calor de mis hermanos”. “Esta mañana me estoy encontrando con mis hermanos desde la cercanía y la transparencia”. “Hoy se acerca vuestro pastor a escuchar a sus colaboradores más inmediatos”. “Lo hago para serviros mejor”. “Quiero trabajar en equipo… ¿Qué queréis aportar?”.
Estas fueron las palabras y la propuesta, entre otras con el mismo tono y calidez, que el flamante Obispo de la Diócesis de Jaén, Mons. Sebastián Chico Martínez, dirigió a los sacerdotes del Arciprestazgo de Baeza el pasado martes, 7 de diciembre, en un fluido y cordial diálogo, tras la oración inicial, con la que dio comienzo el encuentro con esta realidad pastoral.
El Obispo se interesó por todos nosotros, por nuestros nombres y apellidos, por nuestra situación personal y familiar; por la gente a la que servimos en los distintos ministerios y la vida de todos aquellos a los que, día a día, intentamos transmitir la alegría de la fe.
En el transcurso del encuentro, también, nos fue mostrando, de modo espontáneo y traslúcido, algunos detalles de su vida personal y ministerial hasta el presente. Ha dejado constancia del ambiente de ilusión, optimismo y sana fraternidad sacerdotal que quiere que sigamos viviendo en el seno de nuestras comunidades y entre nosotros, como equipo arciprestal. Apuesta de verdad por la entrega, sacrificio y oración; así como por el amor a la Eucaristía, a la Virgen y la fraternidad sacerdotal. Valores y pilares que han sido siempre el fundamento de la vida de los sacerdotes al servicio del Evangelio en el seno de la Iglesia.
Todos los presentes hemos sentido la cercanía del Pastor en un diálogo de “tú a tú” en el que la pregunta clave y fundamental ha sido: “¿Cómo te encuentras?”. La sensación ha sido de cercanía como si nos conociéramos toda la vida. Un saludo cordial y un diálogo de hermanos, sencillamente. Interrogante que fuimos desgranando individualmente mostrándole nuestra vida con nuestros gozos y, también, con nuestras dificultades. Nos indicó, asimismo, que quiere recibirnos “uno a uno, personalmente” para, así, proseguir en este mutuo conocimiento. Fue el inicio de un coloquio en el que constantemente insistió en los valores primordiales de la fraternidad y sinceridad que deben reinar en la vida del presbítero y del equipo arciprestal.
El Arciprestazgo es “lugar de diálogo en donde todo se habla desde la caridad y humildad”. “Una de mis principales preocupaciones deber ser mi presbiterio”, fueron sus palabras. Y realmente así lo está mostrando en estos encuentros, sin prisa, ni pausa, con los distintos arciprestazgos y sacerdotes de nuestra Diócesis.
En un segundo momento Mns. Chico hizo “la pregunta del millón”: “Quiero vuestro consejo”. En ese instante saltó una lluvia de sugerencias que culminaron con un nuevo interrogante del Obispo: “¿Qué es los que nos está pidiendo el Espíritu Santo hoy?”. Haciendo singular hincapié en el tema de la conversión pastoral e indicando que la “conversión pastoral comienza por uno mismo”.
Jornada intensa de trabajo y diálogo que finalizó con una afable comida, en la que proseguimos conversación y conocimiento mutuo entre los sacerdotes y nuestro Obispo Sebastián.
Tras la misma, continuó su caminar ilusionado e ilusionante a otros arciprestazgos, al encuentro de los que somos sus nuevos hermanos. Recorriendo, volante en mano, tras algún que otro tractor, lleno del fruto de nuestras olivas, estas tierras que a la vez son mar verde; con nuevo pescador y pastor solícito. ¡Qué Dios lo bendiga! Y la Santísima Virgen de los Remedios guíe sus pasos.
Juan Antonio Marín Linares
Secretario del Arciprestazgo de Baeza