En la tarde de ayer, jueves, último día del mes de junio, los miembros de la Delegación Episcopal de Familia y Vida y del Centro de Orientación Familiar tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano las inquietudes y el sentir de nuestro Obispo en lo referente a la Pastoral Familiar.
Don Amadeo comenzó sus palabras destacando que desde el comienzo de su ministerio, “la familia está en el punto de mira prioritario de su preocupación pastoral”. Recordándonos que, entre todos, debemos dar difusión y profundizar en el conocimiento de las Exhortación Apostólica «Amoris Laetitia», “cuyas enseñanzas deben impregnar nuestra acción pastoral en este campo”. El Sr. Obispo señaló algunos aspectos que debemos analizar, potenciar y, si es el caso, renovar, entre ellos la preparación al Sacramento del Matrimonio, no sólo la preparación inmediata, que necesita de una constante actualización de los agentes pastorales que colaboran en este campo, sino también en la preparación próxima y remota. En nuestras Diócesis debemos presentar ofertas pastorales para todos, desde los que están más alejados hasta los que están plenamente integrados en nuestras comunidades. Implementar una pastoral específica de la familia en cada una de nuestras parroquias, debería ser un objetivo prioritario, para que no falten acciones concretas dentro de nuestras comunidades, para que las familias encuentren cauces específicos de participación. Todo con un espíritu creativo, misionero y apostólico, como nos dice el Papa Francisco.
El Delegado de Familia, D. Francisco de la Torre, tras presentar a los miembros de la Delegación, cedió la palabra a D. Juan José Gay, Director del Centro de Orientación Familiar, que hizo un pequeño repaso de los casi veinte años de historia del Centro. Destacando la atención a las familias en dificultad, labor desarrollada por un gran equipo de acogida, orientadores y piscologías; la implantación de los talleres de educación afectivo sexual (T.E.A.S,), por los que han pasado más de 600 chavales en los 28 talleres impartidos en los últimos cuatro años; la implantación del Proyecto Raquel, centrado en el acompañamiento de mujeres y hombres que decidieron en su día abortar y; por último, pero no menos importante, los talleres de familia que se imparten en el Centro Penitenciario.
D. Amadeo también conoció de primera mano la formación que están recibiendo varios matrimonios de nuestra diócesis en el Máster de Pastoral familiar del Pontificio Instituto San Juan Pablo II.
Para terminar, nuestro Obispo nos transmitió la alegría y tranquilidad que le está suponiendo el conocer las realidades pastorales existentes en la Diócesis, animándonos a que desde estas realidades bien organizadas y estructuradas sigamos trabajando para hacer presente la pastoral diocesana en toda la diócesis, trabajando con un gran espíritu misionero de Iglesia en salida.
Ricardo Cobo Muñoz
Delegación de Familia