El Obispo inaugura el nuevo curso en los Seminarios diocesanos y el Centro de Formación Cristiana «San Pedro Pascual»

Diócesis de Jaén
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La diócesis de Jaén es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

El pasado sábado, 29 de septiembre, fiesta de los Santos Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel, se celebraba la apertura de curso de los Seminarios Mayor y Menor y el Centro diocesano de Formación Cristiana «San Pedro Pascual».
La mañana comenzaba con la celebración de una Eucaristía, presidida por el Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, y concelebrada por el Vicario General; el Rector, el Vicerrector y otros formadores y profesores del Seminario diocesano; el Director del Centro de Formación Cristiana; y el Rector de la Facultad de Teología de Granada.

Estuvieron presentes, además, los seminaristas y otros miembros de la comunidad del Seminario, los asistentes a la convivencia del centro vocacional «Manuel Aranda», algunos alumnos del Centro de Formación, representantes de Cofradías locales; representantes del Centro Educativo «Santa María de los Apóstoles», la concejal de Cultura, Educación y Universidad Popular de Jaén y los familiares de los seminaristas.

Homilía
El Obispo comenzó agradeciendo su presencia a todos los asistentes y continuó haciendo hincapié en la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, documento sobre la formación de los sacerdotes. “La Ratio comienza recordándonos que el don de la vocación es una siembra. Queridos seminaristas, es una siembra que ha llegado a vuestra vida, a vosotros que estáis aquí, aunque la Iglesia tiene la misión de cuidarla y cultivarla. Naturalmente, vosotros tenéis que tener la luz, el espíritu para que llegue a vuestra vida. Porque nada se puede hacer sin una libertad bien orientada, una libertad que esté abierta a la acción de Dios, una acción de Dios que se hace a través de la Iglesia”.

Asimismo, animó a los seminaristas a vivir “el día a día con una conciencia clara de todo lo se hace a favor vuestro, absolutamente todo, desde la comida que preparan con tanto cariño, pasando por vuestros formadores y todos aquellos que os acompañan y, por supuesto, teniendo siempre muy presentes a vuestras familias. No olvidéis nunca que todo eso es cultivo de vuestra vocación. Tenéis que estar abiertos y disponibles y tenéis que saber leer la presencia del Señor y de su Espíritu en vuestra propia vida”.

Don Amadeo recordó, además, que “todo eso tiene un itinerario y tiene unos objetivos. El último objetivo no es otro que el de vuestra configuración progresiva. En lo humano siempre tenemos que estar creciendo y madurando”. “Tenéis que ir aprendiendo, en el itinerario de la Ratio, a sellar en vuestra propia vida la imagen de Cristo, a convertiros en discípulos de Cristo y, después, afianzar poco a poco y día a día, el seguimiento de Cristo. Lo que se pretende es que configuréis vuestra vida en Cristo y en Cristo sacerdote, eso, precisamente, es lo que necesita nuestra Iglesia”.

Finalmente, Monseñor Rodríguez Magro, quiso encomendar a la Santísima Virgen, la Inmaculada Concepción, “todo lo que vayamos a vivir en esta jornada de apertura de curso”.

Acto Académico
Tras la Santa Misa, comenzaba en el salón de actos la sesión de apertura del curso académico 2018-2019.
En primer lugar, tomó la palabra el Rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz, para dar la bienvenida a los allí presentes. Quiso, igualmente, manifestar la ilusión y la alegría de la comunidad del Seminario en el inicio de este nuevo curso. “Iniciamos un nuevo curso lleno de ilusión, con la alegría, aún fresca, de los tres nuevos sacerdotes que el Seminario pudo dar a la Iglesia en el curso pasado y que ya están trabajando para hacer realidad ese sueño misionero de llegar a todos. Comenzamos esta nueva andadura con la esperanza de seguir preparando sacerdotes con un corazón misionero, tal y como nos pide el Obispo”.

Don Juan Francisco hizo hincapié, también, en la incorporación de un nuevo seminarista, Fernando Ruano, al que quiso dar la bienvenida, al mismo tiempo que felicitaba a la Parroquia de Arjonilla y a su familia, donde se ha fraguado su vocación, “vocación que el Señor poner ahora en nuestras manos, para discernirla, acompañarla, hacerla crecer y madurar”.

“Pero, es evidente que nos gustaría y necesitamos muchas más vocaciones. Esto es tarea y responsabilidad de todos. Tenemos que pedir mucho al dueño de la mies para que mande más obreros. También, tenemos que sentirnos todos responsables de ser portavoces de esa llamada, proponiéndola explícitamente cuando vemos posibles signos de ella”, insistía.

A continuación, el Jefe de Estudios, D. Juan José Cañete, procedió a leer la Memoria del Curso 2017-2018 tanto del Seminario como del Centro diocesano de Formación Cristiana.

La Lección inaugural corrió a cargo del profesor de Derecho Canónico y sacerdote diocesano, D. Pedro José Martínez Robles, bajo el título «La comunicación Sacramental entre las iglesias. Perspectiva canónica». Durante su intervención Martínez Robles abordó diferentes asuntos como qué es la “communicatio in sacris”; los principios fundamentales de interpretación; así como la actuación de los diversos miembros de la Iglesia, según el canon 844 del Código de Derecho Canónico.
Al finalizar la ponencia, el Obispo de Jaén inauguró oficialmente el curso en el Seminario y la jornada concluyó con un aperitivo fraternal.

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